El analista Carlos Rodríguez Salcedo, para Bloomberg, habla del oro y Julio Velarde al no comprar siquiera una onza troy desde que en el 2006 asumió el cargo de Presidente del BCRP peruano, la Posición de Cambio dejo de aumentar de valor a la fecha de al menos US$ 25,000 millones, como se puede demostrar en minutos con la misma información oficial que ha desplegado el Instituto Emisor semana a semana.
Una verdadera calamidad este pata, que también dejo al FEF en mayo del 2020, con tan sólo 1 millón de dólares, algo inaudito y temerario porque eso es mayormente para sismos grandes como ha pasado con su homólogo FESS en Chile.
El metal llegó a tocar máximos hasta los US$2,654 la onza, el nivel más alto desde el 13 de diciembre. La debilidad del dólar y su atractivo como activo refugio, en medio de las expectativas que genera la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, han impulsado al commodity.
En el 2024 registra su mayor alza anual desde 2010. Goldman Sachs cree que aún tiene espacio para crecer al punto de superar los US$2.900 a finales de 2025.
Lina Thomas, analista de Goldman Sachs Research, agregó que la compra de lingotes de oro por parte de los bancos centrales se ha sumado a los impulsores que han tenido los precios desde 2022.
Influyó mucho la congelación de los activos del banco central de Rusia en 2022, tras el inicio de la guerra en Ucrania.
En su informe del tercer trimestre de 2024, el más reciente, el World Gold Council, resaltó que la demanda total de oro aumentó 5% interanual hasta las 1.313 toneladas, un récord para un tercer trimestre.
Según el reporte, las compras de los bancos centrales se mantuvieron en 186 toneladas en el tercer trimestre, lo que llevó al balance en los primeros nueve meses de 2024 hasta las 694 toneladas, en línea con el mismo periodo de 2022.
Hoy están considerando el papel del oro como refugio seguro ante la incertidumbre política estadounidense y la escalada de conflictos en Oriente Medio”, dijo Louise Street, analista senior de mercados del World Gold Council.
Hay unos bancos más optimistas como el Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ que ubican a la onza por encima de los US$3.080 pues hay una combinación de miedo, que impulsa su atractivo como cobertura ante la incertidumbre geopolítica.
Para los analistas, el metal podría romper la barrera de US$3.000 durante el tercer trimestre. No obstante, destaca cuatro riesgos que podrían frenar la subida. La primera es que haya una resolución pacífica de los conflictos en Oriente Medio y Ucrania, mientras que la segunda es que se produzca una disminución de la preocupación por el crecimiento en China, probablemente vinculada a un aumento significativo de las políticas en el sector inmobiliario.
Además, se podría enfrentar a un ajuste agresivo de la Reserva Federal que conduzca a subidas de tasas y con ello a un dólar más fuerte, lo que reduciría el apetito por el metal.
Pero esto que si es posible, jamás se le pasó en tantos años y menos ahora a Julio Velarde, que sin duda metió la pata hasta el fondo e insisto dejó de ganar nada menos que US$ 25,000 millones para la “Posición de Cambio. Y lo vivan, lo vitorean. Algo se pudrió en Dinamarca según William Shakespeare, aquí parece que también; a mi juicio.
