Ana Paula Consorte dejó en claro que casarse con el futbolista ya no es una de sus prioridades. A diferencia de años anteriores, indicó que ya no piensa en ello
La relación entre Ana Paula Consorte y Paolo Guerrero ha sido objeto de rumores en los últimos meses. Aunque la modelo brasileña expresó en varias ocasiones su deseo de formalizar su unión con el delantero peruano, recientemente ha dado señales de un cambio de postura.
Este giro en su perspectiva ha avivado la especulación entre sus seguidores, quienes han estado atentos a cualquier indicio sobre el futuro de la pareja. Hasta el momento, ninguno de los dos ha hecho declaraciones oficiales al respecto, dejando abierta la incógnita sobre su situación actual.
Te puede interesar:
En una entrevista para el programa ‘Amor y fuego’, Ana Paula Consorte dejó claro que el matrimonio ya no un tema relevante en su vida. “No es importante para mí”, afirmó con firmeza.
La brasileña, quien tiene dos hijos con el futbolista, explicó que aunque mantienen una relación estable y conviven juntos, casarse ya no es una necesidad para ella. “Ahí (el tema) es con Paolo”, comentó, dando a entender que la decisión de dar ese paso dependería en gran parte del jugador.
Las declaraciones de Ana Paula Consorte llegan luego de un periodo de distanciamiento con Paolo Guerrero, el cual generó rumores sobre una posible crisis en su relación. No obstante, la pareja ha demostrado que siguen unidos, a pesar de que la idea de una boda parece haber quedado en el pasado.
Niega distanciamiento con Guerrero
Ana Paula Consorte también se refirió a los rumores de un supuesto distanciamiento. Estos aumentaron cuando la brasileña no pasó fiesta de fin de año con Paolo Guerrero. Incluso, no lo etiquetó ni mencionó en sus publicaciones.
La modelo se tomó el tiempo para negar estar afirmaciones. Consorte explicó que pasó las festividades de fin de año y el cumpleaños del futbolista separada de él por motivos personales y logísticos. Según detalló, viajó a Río de Janeiro para resolver asuntos pendientes, mientras que Guerrero permaneció en Lima organizando su mudanza. Subrayó que la distancia no afectó su relación, sino que simplemente respondía a compromisos individuales.