Liberación de Humala y las promesas incumplidas de Castillo.
Antauro Humala, condenado por el Andahuaylazo, ha quedado fuera de la carrera presidencial por ilegalidad de su partido. Sin embargo, busca ahora entrar al Congreso para mantener su influencia política. Especialistas consideran que su participación en las próximas elecciones sería un riesgo para la democracia, y su posible postulación dependerá de la decisión del Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Humala, sentenciado por homicidio simple, secuestro y otros delitos relacionados con la sublevación armada, fue liberado en agosto de 2022. Cumplió parte de su condena bajo el régimen de redención de pena. Por cada día de trabajo o estudio en prisión, se le descontaba un día de sentencia. Acumuló 3,667 días de trabajo, lo que redujo su pena original de 19 años a 17 años, 7 meses y 14 días. Sin embargo, su liberación anticipada ha generado controversia. Sectores políticos, como la congresista Patricia Juárez, cuestionan la validez de su excarcelación y piden revisar el proceso.
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El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) justificó la liberación de Humala alegando que cumplió con diversas actividades en prisión, entre ellas, la elaboración de postres navideños, platos fríos y manualidades. Esta explicación fue criticada por Juárez, quien calificó de “poco serio” que actividades como estas hayan permitido la salida de alguien condenado por crímenes tan graves. En respuesta, Humala negó en una entrevista haber realizado esos trabajos manuales, asegurando que su tiempo en prisión lo dedicó a escribir libros.
La controversia sobre su liberación se intensificó cuando varios ministros del gobierno de Pedro Castillo, como Guido Bellido y Félix Chero, apoyaron la pronta salida de Humala, argumentando que cumplió con la ley. Además, se reveló que el propio hijo de Humala había enviado una carta a Castillo para recordarle la promesa de campaña de indultar al etnocacerista.