Empresario atribuye su éxito a la pandemia y niega vínculos con Fredy Hinojosa.
Carlos Castro Yangali negó pagar sobornos para obtener contratos con el programa de alimentación escolar Wasi Mikuna (antes Qali Warma). Las empresas de Carlos Castro aumentaron sus contratos con Wasi Mikuna durante la gestión de Fredy Hinojosa. Castro atribuye este crecimiento a la reestructuración del programa durante la pandemia.
Según el empresario, el alza en adjudicaciones se debió a cambios en la distribución de alimentos. Wasi Mikuna dejó de entregar raciones y priorizó productos envasados. Su empresa ya tenía experiencia en este tipo de distribución y pocas compañías podían abastecer Lima, lo que impulsó su participación en las licitaciones. Sin embargo, su nombre apareció en una grabación de Noemí Alvarado Llanos, exempleada de Frigoinca. La conversación fue con Carlos Guillén Anchayhua, vinculado a los hermanos Dina y Nicanor Boluarte.
En este audio, se sugiere que Castro habría pagado S/250,000 a Hinojosa para asegurar contratos. El empresario rechazó estas acusaciones y afirmó que está dispuesto a colaborar con la Fiscalía en cualquier investigación sobre presuntas irregularidades en Wasi Mikuna.
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En 2019, durante la gestión de Hinojosa, se suspendió la distribución de conservas de pollo Crider, importadas por las empresas de la familia Castro Yangali, debido a observaciones sanitarias. A pesar de que fueron sancionadas administrativamente, sus empresas continuaron adjudicándose contratos con el programa. Castro restó importancia a la sanción, señalando que los productos no presentaban riesgos de salud, sino fallas estéticas.
Respecto a su apodo dentro del sector, «el Dios Wanka de las contrataciones de Qali Warma«, el empresario consideró que se debe a su amplio conocimiento del programa y no a favoritismos en los procesos de selección. También explicó que su margen de ganancia en los contratos es de aproximadamente 4%, lo que le habría generado más de S/20 millones en los últimos años.
