Una de las principales amenazas para la salud de las mascotas son las altas temperaturas, y debido a su dificultad para regular la temperatura corporal, prevenir y actuar rápidamente puede hacer la diferencia
Una seria amenaza para los perros es el golpe de calor, especialmente durante los días más cálidos, debido a que, a diferencia de los humanos, ellos no pueden regular su temperatura corporal a través de la transpiración. Los perros solo cuentan con glándulas sudoríparas en sus patas, lo que les dificulta liberar el exceso de calor, haciéndolos más propensos a sufrir un golpe de calor.
Cuando un perro no logra enfriarse adecuadamente, su temperatura corporal puede elevarse peligrosamente, provocando una condición que, si no es atendida a tiempo, puede ser letal. Este problema de salud no solo es incómodo, sino que representa una emergencia médica grave, ya que afecta varios sistemas del cuerpo, como el cardiovascular, nervioso y respiratorio. Además, puede causar daños irreparables o incluso la muerte de la mascota.
El golpe de calor ocurre cuando la temperatura del perro alcanza o supera los 42°C, lo que pone en peligro su vida al reducir el oxígeno en la sangre y provocar una pérdida de elementos esenciales como sales y azúcares.
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Identificar a tiempo los síntomas como vómitos, diarrea, temblores, debilidad muscular, falta de equilibrio o encías de color azuladas; es crucial para actuar y evitar complicaciones mayores.
En caso de sospechar que un perro sufre un golpe de calor, es fundamental acudir rápidamente al veterinario. La web de Studio City Animal Hospital indica que la atención médica inmediata es clave para salvar al animal. Mientras se espera la atención veterinaria, es posible aplicar medidas para bajar su temperatura y mejorar su condición como hidratarlo adecuadamente o mojarlo con agua templada. Con los cuidados recomendados y la prevención de los signos antes mencionados se puede evitar este tipo de emergencias.