Por: Pablo Carranza
– ¿Qué opinión le merece que Dina Boluarte no haya declarado ante la Fiscalía por el caso «cofre presidencial»?
En realidad, este juego en que la Fiscalía la llama a declarar a cada rato es un juego que no conduce a ninguna parte. Ella no puede ser acusada formalmente hasta que termine el mandato presidencial y recién ahí habrá que levantarle el fuero. O sea, todas estas cosas son escarceos que se disfrazan con el nombre de diligencias preliminares, que no tienen mayor connotación y la defensa de la presidenta no le da importancia. Entonces, son temas que, objetivamente hablando, no conducen a nada y no sucede nada si la Presidenta ni siquiera va. A ella no la pueden obligar a ir. Ni siquiera la van a detener para que declare. Ella está sometida a un proceso inicial de diligencias preliminares. No está siendo investigada en una investigación preparatoria, que sería, digamos, lo que sucede cuando ya el Congreso ha aprobado levantarle el fuero y ella ha terminado su mandato. Eso es algo a tener en cuenta, porque de lo contrario va a haber una enorme confusión y vamos a estar siempre pensando que hay un gran debate ahí cuando en el fondo no son más que fuegos artificiales que se desvanecen rápidamente en el aire.
– Pero ¿qué mensaje le da esta actitud de la mandataria a la población?
Bueno, la presidenta también ha criticado a los jueces y fiscales, y la población le tiene poco respeto a estos que han demostrado también una venalidad en el «Caso Cócteles», en el comportamiento de la señora Marita Barreto, extorsionando a la gente conjuntamente con Harvey Colchado. O sea, los fiscales no son los buenos de esta película, para nada, y los jueces tampoco. Entonces, la población yo creo que lo mira con indiferencia. Es una lucha de poderes. Los ‘caviares’ están enquistados y encaramados en el Poder Judicial y en el Ministerio Público y desde ahí hacen sus estrategias abusivas, exageradas y sin fundamento. Más es lo que es bulla que resultados y yo creo que los hechos están a la vista. Son investigaciones que únicamente van a poder cristalizarse el día que ella deje la Presidencia. Igual que Martín Vizcarra. A Vizcarra se le ha podido investigar en serio cuando dejó de ser presidente, pero mientras era presidente todas las denuncias que se hicieron no tuvieron mayor aliento, ni mayor sustento, ni ningún resultado.
– ¿Cómo ve que la fiscal de la Nación haya pedido impedimento de salida del país para Julio Demartini, quien supuestamente iba a ser embajador en el Vaticano?
El problema está en que el impedimento de salida es una medida que hay que ver en qué etapa se toma porque el día que se quiera investigar al exministro o que se quiera formalizar la investigación eso pasará por un levantamiento del fuero del Congreso, cosa que no ha sucedido. Estas son medidas que se están dando en una etapa preliminar. Esto es como la detención preliminar, que es por tiempo. O sea, que no tiene mayor consistencia. Es una medida que se da para garantizar una investigación. Entonces, creo que no va a poder asumir el cargo, pero si mañana saliera, él cumple una función y lo llamarán a la hora de investigar. En realidad para investigar a alguien no tienen por qué impedirle que salga del país y menos aún tenerlo preso. Esa es la posición que hemos tenido nosotros los juristas democráticos que para investigar, y menos aún en la fase preliminar, nadie tiene que estar preso o impedido de salir del país. Eso es cuando hay una evidencia de fuga y eso todavía no existe. Son escarceos de poderes que están devaluando las instituciones pero no conducen a ningún fruto.
– ¿Por qué la presidenta no ha podido desmarcarse de escándalos como el «cofre», “QaliWarma» o el «caso Rolex»?
Bueno, embarrada políticamente, pero jurídicamente no. Ella es inmune a todas estas investigaciones. Pero, en realidad, está metida hasta la cabeza en estas cosas. Es de la misma estirpe que Castillo. Esa es la verdad. Ahora, esa señora es la presidenta de la República. Ese personaje es la presidenta de la República y como tal, tiene una serie de prerrogativas propias del cargo. Eso no se puede negar.
