Por: Martín Valdivia R.
Como viles delincuentes
Qué triste es comprobar cómo nuestra clase política pudo corromperse de manera tan escandalosa y mayoritaria como lo hizo con la constructora Odebrecht. Tendrán que pasar varias generaciones para que estas heridas sanen y surjan nuevos líderes en nuestro panorama político, dejando para los libros de historia este triste y vergonzoso episodio. Cuatro ex presidentes – uno de ellos optó por el suicido – dos ex primeras damas, dos alcaldes de Lima, candidatos a la presidencia, gerentes, asesores, etc,etc. Es decir, un escándalo sin precedentes que no sabemos cómo terminará, pues cada revelación de Barata y compañía nos entrega más de una sorpresa.
Si bien no fue una revelación, pero conocer del propio Jorge Barata cómo se conocía en el submundo de la corrupción a la “inmaculada” Susana Villarán, es toda una sorpresa. Como se sabe, estos corruptores de cuello y corbata tenían sus propios códigos para referirse a tal o cual personaje para no mencionarlos con nombre y apellido. Y, tal como ocurre en el mundo del hampa, ponían sobrenombres a los corrompidos. Así, a la señora Villarán la llamaban “Careca” por el evidente parecido físico con el famoso payaso brasileño “Carequinha”.
A ella le entregaron medio millón de dólares provenientes del Departamento de Operaciones Estructuradas, más conocida como la Caja 2. Ella no tuvo escrúpulos de recibir esa coima y guardársela en alguna cuenta bancaria fuera del Perú. Por cierto, hasta ahora no sabemos dónde se encuentra ese dinero y qué hizo la señora inmaculada con esos billetes. Creemos que los 18 meses de prisión preventiva que cumple desde mayo pasado en el penal de Chorrillos, serán insuficientes en la medida que Barata siga revelando los “anticuchos” de la exalcaldesa de Lima.
Al igual que ella, su cómplice, José Miguel Castro, alias “Budian” (ex gerente general de la Municipalidad de Lima), fue también reconfirmado como receptor de 350 mil dólares sólo por la “ayudita” para que la constructora obtenga la concesión de Vías de Lima. Otro personaje vinculado a la comuna, pero esta vez en la administración de Luis Castañeda, es don “Bigote”, es decir, Martín Bustamante Castro, actual secretario general de Solidaridad Nacional y teniente alcalde de Miraflores.
A “Bigote”, según Barata, le entregaron más de 75 mil dólares por la concesión de Rutas de Lima. Bustamante es prácticamente la mano derecha de Castañeda Lossio. Y aquí la pregunta: ¿éste no sabía nada de lo que hacía su “chochera”? Todavía hay mucho pan que rebanar … y cabezas que cortar. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.