Por:
Una agenda de intereses para el país
Al parecer los apuros del presidente Martín Vizcarra no son los mismo que los del titular del Congreso, Pedro Olaechea, quien ayer prácticamente pateó al último ítem de su agenda la propuesta de adelanto de elecciones generales para el 2020. En pocas palabras, le restó importancia a las declaraciones del jefe del Estado quien señaló que «no es bueno ni saludable para el Perú que se dilaten los debates».
Y si esto no es dilatar… qué cosa será. Lo cierto es que la lista de temas que espera tratar Olaechea con Vizcarra – en una reunión que aún no tiene fecha – es lo que menos quiere tratar el presidente de la República: generación de trabajo «en grandes cantidades», seguridad ciudadana en general, reconstrucción del norte a un ritmo adecuado y, finalmente (como quien no quiere la cosa), la propuesta de adelanto de elecciones.
Nosotros coincidimos con Olaechea. El Perú vive momentos muy delicados en tanto nuestra economía ha ingresado a un ritmo preocupante de estancamiento, con un consumo privado en claro descenso, un gasto público muy pálido, una inversión privada casi nula y unas exportaciones de capa caída. Lo peor de todo es que nadie dice nada al respecto. Si no fuera por la importante independencia del Banco Central de Reserva del Perú, probablemente estaríamos hoy con un país sumido en la sima de la realidad argentina.
En cuanto a la seguridad ciudadana no hay nada más que decir. Día a día los delincuentes hacen lo que quieren, los casos de asesinatos, asaltos a mano armada, feminicidios y otros delitos son el pan de cada día de nuestro país. El ciudadano no se siente seguro ni en su propia casa, con un índice delincuencial en aumento y una autoridad que no puede combatir este flagelo porque simplemente no se ha tomado el toro por las astas.
En cuanto a la reconstrucción de norte la situación no ha cambiado en lo sustantivo. De 25 mil millones de soles de presupuesto de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) se han transferido algo más de 9 mil millones. La lentitud de las obras agobia a los pueblos afectados y nos habla de lo poco eficiente que son nuestras autoridades para realzar obras a un ritmo constante y adecuado.
Y bueno, lo del adelanto de elecciones puede quedar como un apéndice de lo que realmente necesita resolver el país, pese a los desvelos e insistencias provocadoras del presidente Martín Vizcarra. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.