Por Francisco Diez-Canseco Távara
Lo que ocurre con la caída en picada de Kuczynski es que todo el país percibe, sin mínimo de duda, que no tiene propósito alguno de enmienda en un marco en el que, por más esfuerzos que realicen sus voceros, están probadas las corruptas vinculaciones de sus empresas con Odebrecht.
A la par que Kuczynski, quien tampoco tiene propósito de enmienda es la izquierda marxista peruana, esa que quiere fungir de social demócrata pero no puede con su genio y orígenes violentistas, la que sigue defendiendo la concurrencia del impresentable Nicolás Maduro a la Cumbre de las Américas, aunque ya algunos de sus voceros lo califican de dictador.
Pedirle propósito de enmienda a políticos como Toledo o García Pérez sería un despropósito total: la evasión a la justicia, de la cual gozan hasta ahora en el marco de una generalizada corrupción, me inhibe de mayores comentarios.
El “club de la construcción” de Odebrecht, integrado por calificadas compañías de ese rubro, tampoco tiene propósito de enmienda: su poderoso lobby ha conseguido que precisamente el gobierno del” lobby “proponga al Congreso un proyecto de ley que incluye su plena habilitación para seguir contratando con el Estado. El colmo.
Y lo mismo ocurre con los sectores corruptos del Poder Judicial y el Ministerio Público que siguen funcionando con absoluta impunidad en un escenario en el que mucho se habla y poco o nada se hace en la lucha por la honestidad y la transparencia en nuestro país.
La corrupción sistémica que encarnan estos grupos y personajes constituye, en realidad, para ellos un camino sin retorno del que sólo se puede extraer algo positivo a través de la colaboración eficaz que permite ampliar el espectro informativo en forma teóricamente efectiva y debería finalmente ayudar a meter en la cárcel a varios de estos sujetos que tanto daño le han hecho al Perú.
Pero hay que vigilar todos los frentes: son, por ejemplo, realmente sospechosas las inhibiciones de la Fiscalía en cuanto a los temas de García Pérez y Kuczynski en el próximo interrogatorio a Barata, el ex mandamás de Odebrecht en el Perú.