Por: Martín Valdivia Rodríguez
Lo que la gente quiere / Al presidente Martín Vizcarra le falta un año y ocho meses para despedirse y, si lo quiere hacer sin sobresaltos, lo mejor para él es cambiar de discurso y enfocar sus energías en dos temas que la ciudadanía considera imprescindibles: la economía y la seguridad ciudadana. Teniendo a las izquierdas tan desatadas en todo el continente, lo mejor para su gobierno y, obviamente para el Perú, es destinar la mayor parte de su tiempo, energía y recursos a que el Producto Bruto Interno (PBI) no siga en picada y que los delincuentes no continúen matando a gente en las calles. De esta manera no dará pie a que los comunistas traten de sembrar el caos, el desgobierno y la muerte.
La última encuesta de popularidad hacia su gobierno así lo indica: desde la disolución del Congreso Vizcarra ha ido en caída libre por que la gente simplemente ya no le cree. Ha pasado más de un mes de esa radical medida y las cosas siguen igual. Es más, los mismos congresistas disueltos ahora tienen el cuajo de postular nuevamente al Parlamento sin que nada pese, sin que nadie diga nada y con la anuencia del Jurado Nacional de Elecciones. Como lo dijimos hace unas semanas al enterarnos de este “regreso de los muertos vivientes”: ¿para qué tanto lío si vamos a volver a lo mismo? ¿Por qué vamos a gastar más de 700 millones de soles en unas elecciones insípidas y, encima, con los mismos a los que se les dio forata?
Repetimos, Vizcarra debe enfocarse más en lo que a la gente le interesa. El peruano de a pie está cansado de escuchar siempre lo mismo. Está muy bien la lucha contra la corrupción, eso hay que aplaudirlo y fomentarlo, pero la gente quiere soles en su bolsillo, quiere tener un mejor trabajo, quiere comprar sus cosas y darse pequeñas escapadas de distracción, quiere depender menos de la tarjeta de crédito y no estar endeudado hasta el cuello. Eso quiere la gente.
Al peruano le preocupa salir de su casa y que algo le pueda pasar, que no disfrute de un chifa en familia porque cuatro desgraciados – con armas – amenazan su vida y la de sus hijos, porque la delincuencia de todo pelaje nos ha sobrepasado y nadie hace nada por detener esta sangría de miedo y frustración. Por todo ello el presidente Vizcarra está volviendo a su techo del 40% de popularidad. Y, si sigue sin hacer nada, la gente no le perdonará. Las “lunas de miel” sólo son para los novios…no para los gobiernos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.