Musulmanes chiitas
Los musulmanes chiitas de Irak, la mayoría de la población de este país, comenzó este sábado los funerales del general iraní Qassem Soleimaini y el jefe adjunto de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak, Abu Mahdi al Muhandis, fallecidos el viernes en un operativo estadounidense, con una procesión por la capital, Bagdad, que proseguirá con el traslado de los cuerpos a las ciudades de Kerbala y Nayaf, santas para esta rama del Islam.
El cuerpo de Soleimani será repatriado a Irán donde, ya el domingo, tendrá lugar una nueva ceremonia en otro recinto sagrado, el mausoleo del imán Reza, donde sus restos mortales descansarán durante un día entero antes de la despedida final en Teherán, el próximo lunes. El martes, el cuerpo de Soleimaini será enterrado en su provincia natal de Kerman, según informó la agencia de noticias iraní Tasnim.
Algunos llevaban retratos de Soleimani y del líder supremo de Irán a los funerales ayatolá Alí Jamenei. Otros ondeaban banderas iraquíes, y el cántico general de la procesión era «muerte a Estados Unidos».
Los miles de iraquíes que salieron a la calle el sábado también lamentaban la muerte de Abu Mahdi al Muhandis, el líder iraquí del grupo Kataib Hezbolá, que apoya Irán, y comandante de las Fuerzas de Movilización Popular, una alianza de milicias en Irak dominada por grupos aliados a Irán.
Algunos iraquíes, por otra parte, salieron a celebrar a las calles de Bagdad tras la noticia de la muerte del general, a quien se acusa de orquestar la severa supresión de protestas pacíficas prodemocráticas en ese país en meses recientes.