EDUARDO FARAH H.
El PBI del año 2017 ha crecido aproximadamente 2.5%, esto quiere decir que esta cifra no alcanza para generar suficiente trabajo a los jóvenes que salen de los colegios y de las Universidades.
Mi amigo Roque Benavides me ha enviado un libro sumamente interesante que habla sobre Conga y explica todo el proceso que se hizo para que Conga fuese una realidad.
El primer productor de cobre en el mundo es Chile, pero si Conga hubiese sido un realidad, todos los distritos cercanos tendrían trabajo incluido los jóvenes y no sólo ellos sino los de la zona de Lambayeque y de Piura.
No entendemos la mentalidad de algunos políticos que suponen que los trabajadores serán explotados, lo cual nunca es una realidad si es que es un trabajador formal, el explotado es el trabajador informal y nunca olvidemos que Camisea fue propuesta hacen 30 años atrás y por los mismos líos políticos fue suspendida su ejecución, pero después decidieron llevarla a cabo y hoy el Perú goza de una energía limpia y nueva que nos genera fuerza eléctrica y combustible para nuestras diferentes maquinarias.
Conga es un ejemplo de lo que no se debe hacer en un país y es dejar una inversión de 10,000 millones de dólares, dejar que los jóvenes que salen al terreno laboral no puedan conseguir trabajos de tecnología y bien remunerados y conseguir muchos más servicios para el personal que iría a hacer negocio a esta mina.
Cuando en uno de mis viajes tuve la oportunidad de hablar con varias personas, muchos no entendían porque Conga no salía adelante y yo traté de explicar que este es un tema educacional porque la gente de nuestro país le cree a los políticos sin analizar las diferentes posiciones económicas.
El Perú es un país bendito, tiene una gran cantidad de ríos, frondosa selva, riqueza mineral, inmensos océanos y por la riqueza que posee no es posible que tengamos un PBI de 2.5% .
Esperamos hacer todo lo posible para que el Perú salga del marasmo en que se encuentra debido a lo que todos llamamos política.
Hay que aprender de Conga y no nos olvidemos del salitre y del guano.