Por: Martín Valdivia Rodriguez / Los apetitos personales comienzan a aflorar en Acción Popular (AP). Como vieron que el país le ha vuelto a dar tímidamente su respaldo al partido del fallecido Fernando Belaúnde Terry, los arribistas de siempre se suben al coche de la popularidad para ver si se ganan “alguito” con esta resurrección inesperada que comenzó el 2018 con la elección del alcalde de Lima, Jorge Muñoz Wells, y una veintena de municipios beneficiados con el efecto arrastre.
Como ejemplo sólo hay que ver las fotos donde se aprecian a viejos políticos vinculados a la lampa como Raúl Diez Canseco, Alfredo Barnechea, el propio alcalde Lima, Jorge Muñoz, entre otros ex parlamentarios. La chamba la hicieron otros, pero ellos salían en las fotos muy sonrientes y felices por los “logros” del partido. Es decir, salieron de sus cuarteles de invierno para darse un baño de popularidad mientras el presidente del partido (el hombre que sí trabajó fuerte), Mesías Guevara Amasifuen, permanecía muy cauto en su natal Cajamarca.
Desde allí deslindó con Diez Canseco quien le dijo que era prácticamente un “recién llegado” pues no tenía ni 15 años de militancia política. “Lo que sí le puedo decir es que para ser presidente del partido se necesitan 20 años de militancia continuada, ininterrumpida. Desde ahí, ya se desmiente lo que dice él. Aparte, mi familia es acciopopulista. Mi padre conoció a Belaunde y yo también”, dijo en su defensa.
Lo cierto es que la cosa no pinta del todo bien al interior de AP. Por ahora festejan los triunfos, se dan la mano con cierta sonrisa diplomática y nada más. Lo picante vendrá cuando se elijan a los candidatos para el Congreso del 2021 y, sobre todo para la plancha presidencial. Dos egos enormes como los de Raúl Diez Canseco y Alfredo Barnechea saldrán a relucir contra viento y marea. Será una lucha intestina por el poder interno y ver cuál de ellos saldrá victorioso.
En todo caso, le tocará a Mesías Guevara poner el punto medio y controlar esos apetitos presidenciales, pues ambos líderes creen que AP será la “vedette” del 2021. A ellos habrá que decirles que no se confíen pues el electorado peruano es tan volátil como sus ganas de subirse al coche del triunfo. En política no siempre lo que brilla es oro. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
