Por: Martín Valdivia Rodríguez / Tremenda pareja la de Ollanta Humala y Nadine Heredia y tremendo futuro que les espera a estos dos personajes que – según declaraciones de colaboradores eficaces citados por el equipo especial Lava Jato- se habrían coludido con los mafiosos integrantes del “Club de la Construcción” para obtener pingües ganancias a través de licitaciones amañadas en perjuicio del Estado. Según estas declaraciones, la expareja presidencial se habría levantado sin asco entre 16 y 18 millones de dólares durante los años de su gobierno.
Para los que todavía no lo tienen claro, el “Club de la Construcción” estaba integrado, según versión del propio Jorge Barata, por las empresas Graña y Montero, Obrainsa, Cosapi, ICCGSA, Construcción y Administración Sociedad Anónima (CASA), Hidalgo e Hidalgo, además de las brasileñas OAS, Andrade Gutierrez y Queiroz Galvao.
En la práctica, este “Club”se había convertido en un verdadero cártel empresarial de constructoras peruanas y extranjeras que, en lugar de promover una sana competencia entre ellas, se coludieron entre sí con la finalidad de repartirse las obras. Es decir, un Lava Jato criollo con todos los visos de una banda criminal a gran escala. En pocas palabras, los señorones de cuello y corbata que no tenían sangre en la cara para asociarse y delinquir.
Obviamente este “trabajo” no lo podían hacer solos. Necesitaban nexos seguros y confiables al interior del gobierno. Pero no de funcionarios de quinta categoría. Hablamos de corromper a las más altas esferas del gobierno, es decir, ministros de Estado y al propio presidente de la República. Allí entra a tallar Ollanta Humala y Nadine Heredia, su mujer, su confidente, su primera ministra en la sombra y, a decir de los colaboradores eficaces, su socia en el manejo de los dineros sucios provenientes del “Club”.
Según estos colaboradores (ocultos con números de identidad para protegerlos de la mafia), era el propio José Paredes – hermano del exministro de Transportes y Comunicaciones – Carlos Paredes, el que llevaba el dinero mal habido del “Club” al mismo Humala en maletines que contenían fajos de 10 mil dólares dentro de sobres manila. Según estos mismos colaboradores, era Nadine Heredia la que supervisaba todas las operaciones que en conjunto llegaron a sumar, como ya lo dijimos, hasta 18 millones de dólares.
Con estas declaraciones, la suerte de la expareja presidencial está prácticamente echada, aunque Humala grite a los cuatro vientos que es inocente y que se demuestre con pruebas lo aseverado por los colaboradores eficaces. Vaya parejita que se valió del Estado para acumular riqueza mal habida. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.