No es la primera denuncia con respecto a la carencia de equipos de protección.
La situación de grave desabastecimiento de mascarillas y otros elementos que forman los equipos de protección individual (EPI) con los que los sanitarios se protegen del contagio al atender a los pacientes ha derivado en asperezas políticas entre algunos gobiernos regionales y el Ministerio de Salud, al que acusan de impedir que lleguen pedidos de material a los hospitales.
Un caso concreto es el que sucede en hospitales de Chiclayo, en donde la indumentaria que emplean no es la adecuada. Estos valerosos médicos tienen que usar bolsas para protegerse del temible virus, además de toallas higiénicas como mascarillas para evitar el contragio.