EI atacó con cargas explosivas un funeral y un hospital materno Infantil. El primero fue ejecutado por un suicida-bomba
Afganistán vivió este martes una sangrienta jornada con dos ataques que dejaron al menos 37 muertos, 13 de ellos en un hospital de la capital, Kabul, atacado con una potente carga explosiva y el otro perpetrado por un suicida-bomba contra un funeral en el este del país, con 24 fallecidos, todos civiles inocentes. El primero incluyó dos bebés, madres y enfermeras.
Más de 100 personas, entre ellas tres extranjeros, fueron auxiliados por las fuerzas de seguridad afganas durante una operación que llevó varias horas.
El atentado contra el funeral causó al menos 24 muertos y 68 heridos, y fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS)), en su cuenta de Telegram y afirmó que fue obra del “yihadista Abdallah al Ansari”, quien hizo «estallar su cinturón explosivo […] matando e hiriendo a 100 apóstatas.
El hospital atacado, que dispone de una importante maternidad, se encuentra en el oeste de Kabul, donde vive la minoría hazara, blanco habitual de ataques de militantes del grupo Estado Islámico (Estado Islámico). Los servicios de maternidad del hospital están apoyados por la ONG Médicos sin Fronteras (MSF).
Sin embargo, el martes por la noche el ataque no había sido reivindicado, pero se da por descontado la autoría de este grupo, por su beligerancia contra los hazara.
TALIBANES NIEGAN AUTORÍA
Por su parte, los insurgentes talibanes, actualmente involucrados en negociaciones de paz con el gobierno, negaron su implicación en cualquiera de los ataques de este martes.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, reaccionó anunciando que las fuerzas gubernamentales reanudarán la ofensiva contra los talibanes.
«Ordeno a las fuerzas de seguridad que pongan fin a su actitud de defensa activa y vuelvan a adoptar su actitud ofensiva, y reanuden las operaciones contra el enemigo», declaró Ghani en una alocución televisada.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, manifestó su indignación ante el “grado terrible de inhumanidad” de los atentados y reclamó a “todas las partes implicadas en Afganistán y la región” a instaurar “un alto el fuego permanente absolutamente vital”.
Por la noche, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, también condenó unos ataques “espantosos” y llamó al gobierno y a Los talibanes a “cooperar para llevar a los autores ante la justicia”.
ATENTADO FUE EN EL FUNERAL DE UN COMANDANTE
El kamikaze terrorista se hizo estallar durante el funeral de un comandante de policía local, en la provincia oriental de Nangarhar, según un portavoz provincial, Attaullah Khogyani.
Amir Mohamad, uno de los heridos en el atentado, dijo: “Abrí los ojos y vi a todos los que estaban a mi alrededor cubiertos de sangre”, agregó.
SABOTAJE AL ACUERDO DE PAZ CON EE.UU.
El atentado, según analistas pretende sabotear el acuerdo de paz firmado por los Talianes con Washington a fines de febrero, según el cual EEUU se comprometió a una retirada total de sus fuerzas de Afganistán en un plazo de 14 meses. Los talibanes, luego de este acuerdo han dejado de atacar al ejército de Estados Unidos y las tropas de la OTAN.