Por: Dante Seminario Vera / Hacer esta comparación les dará risa a muchos lectores de la época y quizás a los que llegaron a descubrir el escándalo político más grande en la administración norteamericana, el uso de micrófonos y el robo de documentación en el local central del partido demócrata, en el complejo de oficinas Watergate en Washington D.C. que terminó con la dimisión del entonces presidente republicano Richard Nixon. Y es qué Nixon y sus colaboradores cercanos ordenaron hacer acoso a grupos de activistas y figuras políticas, utilizando para ello organizaciones policiales o servicios de inteligencia, como al FBI, a la CIA o al Servicio de Impuestos Internos (IRS). El escándalo destapó múltiples abusos de poder por parte del gobierno de Nixon que lo llevaron a dimitir en el año 1974
El caso criollo de Richard Cisneros se conoce no a través de una investigación periodística sino por dos periodistas faranduleros, uno de ellos conocidos por sus destapes, que ponen en evidencia como un “artista” promocionado en las afueras de Lima llega a la cuna del poder y relacionarse con el presidente Martin Vizcarra, y es que este sujeto que había llegado a las pantallas tras denuncias de robos y acusaciones con otro personajes faranduleros y se promocionaba en sus círculos más íntimos de asesorar a un ministerio en particular, el de Cultura. Lo grave de todo lo expuesto hasta hoy, es que el “famoso” Richard Cisneros solo tiene quinto de secundaria concluido y ha cobrado alrededor de 175,000 soles en tres años, además dentro de su criollada está que habría falsificado la firma de Martin Vizcarra – cuando éste era vicepresidente de la República, para unos diplomas a sus colaboradores en los eventos que realizaba en julio del 2016.
Pero donde se produciría el nexo entre Watergate y Swingate, nada más y nada menos cuando sea interrogado el Sr. Presidente Marín Vizcarra, la estrategia palaciega ahora pretende dirigir la investigación hacia Susana de La Puente –quien se encuentra en Londres- mostrando chats de guasapes pretenden mostrar que Richard Cisneros llegó a colaborar a finales de la campaña presidencial de PPK, y la segunda estrategia en curso será que la actual secretaria general de palacio la todopoderosa Mirian Morales sea la que se inmole al admitir que ella pidió esas contrataciones sin el conocimiento del primer mandatario, así tratarían de evitar que los miembros de la Comisión de Fiscalización interroguen al actual jefe de Estado y no cometa el delito de perjurio, pero en estos tiempos de pandemia y tanta tecnología, ya no se puede ocultar la verdad, todo sale a la luz finalmente