Por: Phillip Butters / El silencio de los inocentes

Por: Phillip Butters / Ya nada sorprende en el universo que flota en la mente de Martín Vizcarra Cornejo. Ayer dio una conferencia de prensa en donde habló de todo y no dijo nada. La noticia de ayer es que no hubo noticia. Un vacío inmenso de cualquier
tipo de propuesta o definición con respecto al coronavirus o a la cuarentena más que imperfecta que estamos viviendo, digo sufriendo. Ni una sola palabra con respecto a la carestía de oxígeno o al problema inmenso que sigue siendo la ausencia de pruebas moleculares, ya no existe ni siquiera esa palabra en el vocablo en el equipo del Ministerio de Salud o de EsSalud, ya Zamora casi no habla, Fiorella Molinelli tiene un mutis de dos semanas y Vizcarra no dice nada ni de los contagios ya no dice nada ni de meseta, ni de meseta prolongada, ni de meseta chiquita. Si no que de los corrillos del MINSA comienzas a haber comentarios de los subalternos que les dijeron sus jefes al oído. (Esto va a durar hasta fines de agosto) Así tal como lo ha leído amigo lector de LA RAZÓN, los médicos que están siendo sacrificados -porque los lanzan a los leones del Covid-19- simple y llanamente comienzan a conversar entre ellos y toman como un hecho la estrategia del Gobierno ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA Y COMO PUEDA! La situación es durísima y se sabe que la gente se va a contagiar en toda esta semana que viene y que el resultado de este contagio se verá la última semana del mes. Y van a haber olas y tumbos y va a llegar un tsunami de contagios que seguramente va a devorar todo el mes de julio, para que esto comience para que esto comience a bajar en la primera o segunda semana de agosto y, en fin, en setiembre podríamos comenzar a hablar de lo que en Europa –léase Francia, Alemania, Inglaterra, España o Italia- fue la meseta. Porque sí, nosotros estamos a dos meses de distancia. Por supuesto, allá no hay ningún tipo de problema con respiradores, con pruebas moleculares ni rápidas ni con equipos de protección de personas. Todo el mundo en Europa tiene agua, tiene por supuesto, espaldas económicas para seguir viviendo y, como no, abunda el paracetamol, azitromicina, y como no, la hidróxicloroquina que aparentemente está dando buenos resultados en otros lares, pero acá el Ministro Zamora no le hace caso. El hecho es que la economía está destrozada, la informalidad campea, la desolación la falta de consumo agota a las empresas formales que siguen pidiendo un mes más del plan Reactiva Perú y todavía el Gobierno no da el “humo blanco”. La situación va a ser muy complicada, va a haber una tensión social y espero que a nadie se le ocurra meterle un palazo a un ambulante o que pase una desgracia con un taxista o con un mototaxista. En este momento uno no puede ser excesivamente fuerte con el tema de la informalidad, salvo, claro, con esos miserables que están haciendo medicinas “bamba” porque terminan agravando las situaciones, porque la pobre gente ingenua porque está tomando una pastilla que tiene azúcar impalpable como si fuera Paracetamol. Por lo demás, la noticia es que no hay noticia, que la pandemia ha pasado a un segundo o tercer plano. Ahora el Presidente habla y dice lugares comunes, a las espera que los medios de comunicación sigan arrodillados como el caso del Grupo El Comercio, que tristemente ha cerrado el emblemático “El Bocón” y está a la espera que le giren otro cheque más de 30 millones de soles para que ellos puedan seguir viviendo a costas del Estado. Y por supuesto, el presiente solamente se baja el 15% en vez de suspender los ingresos de todos sus ministros, el de él mismo, y cómo no, de todos los Richards Swings que abundan en el aparato público. Porque eso sí, los asesores y los consultores se están haciendo millonarios contando el cuento del Covid-19. ¿Y Vizcarra? Bien gracias, habla, habla, habla y no dice nada. ¡Un cabal vende humo se ha convertido en un espectacular vende aire!