En histórico encuentro con su par surcoreano
El líder norcoreano, Kim Jong-un, dijo ayer que quiere «iniciar un nuevo capítulo» en las relaciones con el Sur, y afirmó que «no volverá a suceder» que se incumplan acuerdos alcanzados anteriormente entre los dos países.
Kim se pronunció así durante su intervención al inicio de la histórica cumbre que se celebró ayer con el presidente surcoreano, Moon-Jae in, en el lado sur de la frontera entre ambos países que permanecen técnicamente en guerra.
El dictador norcoreano destacó su voluntad de lograr «la paz y la prosperidad» en la península a través de una mejora de las relaciones intercoreanas, y para ello apostó por «no tener que volver a la situación anterior» de confrontación.
Kim subrayó repetidamente su voluntad de dialogar «con sinceridad y candidez» para lograr «buenas discusiones y resultados», y prometió que «la no implementación de lo acordado no volverá a suceder», en una aparente alusión a acuerdos alcanzados entre ambos países, como el de 1992 sobre desnuclearización de la península.
«Me siento muy feliz. La primavera está aquí en Corea y espero que todo el mundo esté pendiente de esta primavera», manifestó por su parte Moon en referencia al mensaje que se ha enviado en los últimos días sobre una cumbre en la que ambas partes han dicho que esperan que la paz «florezca» a partir de este encuentro.
«Tenemos una responsabilidad muy grande. Creo que hay mucha expectación por parte de todo el mundo», añadió.
«Quiero agradecer de nuevo, estimado secretario general del Partido de los Trabajadores (en referencia a Kim), el que haya aceptado reunirse conmigo. ¿Porque no acordamos una paz que suponga un regalo para el mundo?»
«En las últimas siete décadas no hemos podido hablar y podríamos estar hablando hoy todo el día», señaló Moon, quien tiene previsto participar en dos rondas de conversaciones con Kim, de una hora y media cada una.