El pepino dulce está compuesto por una gran cantidad de antioxidantes como el betacaroteno que previene diferentes enfermedades. Consumir esta fruta a diario ayuda a reducir la presión arterial lo que nos ayuda a evitar sufrir trastornos cardiovasculares e incluso infartos.
Características
Este fruto exótico se desarrolla en un pequeño arbusto y su crecimiento es muy similar al de la planta de tomate. Prefiere los lugares cálidos y libres de heladas, por lo que es un fruto que crece en sitios donde las temperaturas son elevadas durante todo el año. El arbusto donde crece el pepino dulce puede llegar a medir un metro de altura y es muy similar al de la planta de la papa. Posee unas pequeñas flores muy bonitas de color azul, púrpura o blanco.
El fruto, que es lo que nos interesa, tiene forma alargada o en algunos casos de corazón, su pulpa es color verdosa y sumamente jugosa. Su sabor te recordará seguramente al melón o al pepino. Sus semillas también son comestibles y muy dulces. El pepino dulce, cuando aún no está maduro, puede consumirse al horno; en cambio cuando ya está maduro, se lo come con la cáscara de la misma forma que una manzana.
Otras propiedades
Es muy útil para aliviar los trastornos hepáticos y en la prevención de la diabetes, pues ayuda a regularizar los niveles de azúcar en la sangre. El pepino dulce cuenta con gran cantidad de vitamina A que mejora la visión, fortalece la densidad de los huesos y de los dientes, favorece la salud de la piel y previenen los cálculos urinarios.
A su vez también posee grandes cantidades de vitamina C que ayudará a evitar la baja en las defensas, por lo que evitarás sufrir resfriados, gripes y otras enfermedades propias de los climas fríos. El pepino dulce es rico en calcio y fibra soluble, que ayuda a evitar el estreñimiento.