Iván Torres La Torre – Abogado
A toda la clase obrera y trabajadores del país en general, les deseo un feliz día del trabajo. Del trabajo honesto, auténtico, madrugador, de eficiencia y calidad. Feliz día al trabajador que con su cuota productiva construye país; que genera empuje, que trabaja con dignidad y que es el sustento de su hogar.
Mis congratulaciones a todos los peruanos que no solo trabajan, sino que creen en el trabajo como máxima expresión de la actividad humana en sociedad. Mi abrazo sincero y honesto como compatriota, a todos aquellos que trabajan en armonía laboral y social; que rechazan la explotación de cualquier índole. Feliz día al trabajador empresario, que, con su capital, sus inversiones y los riesgos que asume, favorece a la creación de puestos de trabajo para millones de compatriotas. Feliz día al trabajador sindical, dirigente, que en su derecho de reclamo protesta legítimamente contra el Estado o la empresa privada, en defensa de sus derechos laborales. En palabras simples, feliz día al trabajador nacional que es ajeno a marxismos y liberalismos.
Marxismo y liberalismo, son dos caras de una misma moneda que no representan a nadie, pues la gran masa trabajadora responde solo a dos motivaciones, tales son la fuerza de la voluntad y la esperanza nacional, que representan las dos grandes alas y fuerzas del hombre peruano.
¡Feliz día del trabajo! Al hombre que labora en el campo peruano. Feliz día por la armonía del capital y del trabajo, sin lucha de clases, sin dialécticas, sin generar la contradicción en la población trabajadora y productiva. Feliz día a la armonía de los gremios de producción. Feliz día a todos aquellos ajenos a la corrupción sindical, por ser dirigentes justos, auténticos representantes de cada sector productivo.
A ti trabajador peruano, que trabajas con tu intelecto o con tus manos, que no aceptas la manipulación ideológica y que piensas en el bien común, en el destino armonioso, en una proyección del país hacia un futuro construido en base a la capacidad del trabajo nacional.
Finalmente, en este día tan digno, vale la exhortación, una vez más, a los gobiernos de turno para que procuren preservar el histórico ideal por el trabajo del hombre peruano; que no destruyan esa capacidad milenaria de llevar adelante gestas y proezas que solo se logran con el trabajo comunitario, gremial, cooperativo y social, pues la historia nos demuestra que la máxima característica psicológica del peruano de siempre es su capacidad para el trabajo que lo representa. Feliz día del trabajador.