La Roma venció por 4-2 al equipo inglés pero no logró forzar la prórroga tras el 5-2 en su encuentro de ida
La Roma no pudo culminar la remontada y, finalmente, será el Liverpool el equipo que jugará la final de la Champions el próximo 26 de mayo contra el Real Madrid.
Los italianos consiguieron sobreponerse al 2-1 de los primeros compases del partido y finalmente ganaron el encuentro en el Olímpico de Roma con un 4-2 gracias a dos goles en los últimos minutos, en el 86 y en el 94.
No pudieron culminar el milagro, tras encajar un 5-2 en la ida, y se quedaron a un solo gol de forzar la prórroga.