La alcachofa es ideal para perder peso y quemar grasas extras, ya que tiene bajo contenido calórico y alto en agua. También es utilizado por la industria farmacéutica para elaborar numerosos preparados destinados a ayudar a digerir comidas fuertes que sobrecargan el hígado y la vesícula.
Asimismo, la Alcachofa posee un gran contenido de agua y nutrientes como los azúcares (hidratos de carbono) en forma de fibra e inulina. La fibra tiene efecto saciante y favorece el tránsito intestinal, mientras que la inulina es un azúcar no digerible que contribuye a la reducción del riesgo de enfermedades degenerativas como diabetes, obesidad, osteoporosis y cáncer.
Origen y descripción
Esta planta se cultiva en climas cálidos en muchas partes del mundo, el cultivo de la especie relacionada (Cynara scolymus) «domesticada» por el hombre, se extendió por el Mediterráneo y es la que se usa con fines terapéuticos. Existen referencias de su uso y consumo como alimento y como remedio de salud en muchos pueblos clásicos, incluso desde los egipcios. Desde la antigüedad se han atribuido a la alcachofa numerosas virtudes asociadas principalmente a beneficios sobre el sistema digestivo.
Otros beneficios
De la Alcachofa se utilizan el extracto de las hojas con fines terapéuticos. La cinarina es una sustancia que tiene acción colerética (aumenta la formación de bilis), colagoga (mejora la liberación de bilis), hepatoprotectora y regeneradora de la célula hepática, e hipocolesterolemiante (baja los niveles de colesterol sanguíneo).
Un principio amargo sesquiterpénico, la cinaropicrina, le aporta acciones aperitivas y eupépticas. El efecto aperitivo de la alcachofa es muy conocido. La particularidad del uso de estas sustancias reside en el hecho de que realmente importa el momento en que se toman. Si es antes de la ingestión de alimentos, estimulan las secreciones digestivas «abriendo el apetito», si se toman durante o después, ayudan a hacer una buena digestión (acción eupéptica), sin gases, sin hinchazón.