El 27 de septiembre de 2020 las fuerzas armadas de Armenia violaron flagrantemente el régimen de alto el fuego y cometieron una nueva agresión contra Azerbaiyán, lanzando ataques intensos con las armas de gran calibre, morteros y artillería contra las posiciones de las fuerzas armadas de Azerbaiyán a lo largo de toda línea del frente, así como la aldea de Gapanli del distrito de Terter, las aldeas de Chiragli y Orta Gervend del distrito de Agdám, las aldeas de Alkhanli y Shukurbeyli del distrito de Fizulí y la aldea de Jojug Marjanli del distrito de Jabraíl.
Según la información del Ministerio de Defensa de Azerbaiyán, hay muertos y heridos entre los civiles y militares. Las instalaciones civiles y viviendas han sufrido graves daños.
A fin de prevenir otra agresión militar por parte de Armenia y garantizar la seguridad de los civiles y de las zonas residenciales densamente pobladas, las Fuerzas Armadas de la República de Azerbaiyán están adoptando medidas de contraofensiva dentro del derecho a la legítima defensa y en pleno cumplimiento del derecho internacional humanitario.
Otra agresión de Armenia contra Azerbaiyán es una flagrante violación de las normas y principios fundamentales del derecho internacional, del derecho internacional humanitario, incluidos los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales, así como de las resoluciones 822, 853, 874, 884 de 1993 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que exigen la retirada inmediata e incondicional de las fuerzas armadas de Armenia de los territorios ocupados de Azerbaiyán.
El nuevo acto de agresión de Armenia contra Azerbaiyán es la continuación de las últimas provocaciones de la parte armenia, incluido el intento de un ataque armado del 12 al 16 de julio de 2020 en la zona del distrito de Tovuz, la provocación del grupo de sabotaje y diversión en el distrito de Goranboy, la política de asentamientos ilegales en los territorios ocupados de Azerbaiyán, así como las declaraciones y actividades provocadoras de las autoridades armenias.
Armenia ha socavado con estas acciones al proceso de la solución pacífica del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. La responsabilidad total de la situación actual recae en los dirigentes políticos y militares de Armenia.
En esta situación, cuando Armenia claramente ignora las normas y principios del derecho internacional, socava la soberanía y la integridad territorial de Azerbaiyán, viola gravemente el derecho internacional humanitario al atacar deliberadamente a la población e infraestructura civil, le corresponde a la comunidad internacional más que nunca demostrar una posición firme y expresar su solidaridad con Azerbaiyán en su justa lucha por defender su soberanía e integridad territorial, y proteger a su población.
Conscientes del hecho de que la presencia ilegal de las fuerzas armadas de Armenia en Nagorno-Karabaj y distritos adyacentes de Azerbaiyán es una grave amenaza para la paz y la seguridad regional, y asumiendo una firme posición basada en las normas y principios del derecho internacional ante la agresión de Armenia contra Azerbaiyán y sus actividades ilegales, la comunidad internacional debe extender su firme apoyo a la integridad territorial, soberanía e inviolabilidad de las fronteras de Azerbaiyán, y sus acciones de defensa legítima, y condenar enérgicamente la política de agresión y las actividades de provocación de Armenia contra Azerbaiyán y forzar a Armenia a cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario.
Este es el momento de la verdad para toda la comunidad internacional.