Por: Phillip Butters / A mí, como a muchos, no nos ha gustado la llegada de Francisco Sagasti a la Presidencia del Congreso y seguramente hoy, desde las 4 de la tarde, a la Presidencia de la república. Pero la democracia es así, cuando por mecanismos constitucionales han designado una persona que piensa diferente que nosotros, esa persona tiene derecho a formar un gobierno, un gabinete, a encontrar un Premier que dé estabilidad política y jurídica, que no intente hacer ningún cambio constitucional ni en el régimen económico, que encontremos por fin un ministro de economía que sea serio y responsable, y que no siga con el populismo de Vizcarra al cual tanto ha defendido la bancada del Partido Morado, inclusive Sagasti. Que tenga un Ministro de Salud con calidad personal y humana y que mande a comprar de una vez las millones de pruebas moleculares que vamos a necesitar para la segunda ola; parte de ella seguramente la gran cantidad de manifestaciones que ha habido, donde evidentemente los muchachos y todos los que han ido se han terminado contagiando.
La idea es generar paz y tranquilidad. Esa tregua que sugiere el título de esta columna es esperar a que el señor Sagasti encuentre un buen Gabinete. No creo que sea fácil encontrar a 19 personas que están expuestas a la algarada, al grito callejero, como lo que le pasó al señor en mención, quien ayer intentó acercarse a un grupo de muchachos enardecidos y, caramba, casi lo maltratan. Imagínense si hubiera salido un loquito como el chico Ezeta que le metió un golpe en la cara al congresista burga. Tendríamos un Presidente morado y del Partido morado. No se trata de eso. Este señor tiene que buscar esos ministros, los mismos que deberían tener una semana para comenzar a exponer sus tres líneas matrices más importantes y recién ahí podremos saber si Sagasti está a la altura de las circunstancias y si los ministros comienzan con propuestas lógicas, coherentes y revisables.
Ello porque nosotros, que seguramente seremos oposición, tengamos cómo argumentar lo que no nos gusta. Y si este señor hace cosas importantes, le agradeceré y felicitaré. Porque los fanatismos a los que nos han visto expuestos la izquierda extrema, no puede llenarnos de odio o de rabia, para que nosotros, los que nos oponemos a sus ideas, mandemos a muchachos a criticar, a gritar y por último a hacer desmanes en la calle. ¿Se qué ha servido que tanta gente a manifestarse, dos muchachos muertos para que a la hora de la hora sigamos con lo mismo, sin dejar que la democracia se desarrolle?. Si seguimos con la intemperancia que tuvimos contra merino y Flores-Aráoz, que se les exigía casi resultados en 24 horas, vamos muertos, pero digo muertos de verdad, porque la economía es un desastre. Hay más de un millón de limeños que está buscando trabajo, la situación es calamitosa, viene una navidad con un PBI que se está cayendo y con un bajo consumo.
Y luego, acuérdense, comienza la bataola del verano con todas las limitaciones que seguramente tendrán los peruanos en ir a la playa y gastar normalmente, porque hay un desempleo muy grande, y ahí nomás viene febrero, que es el mes de los colegios, de las matrículas, de la desgracia de la bendita pagadera de la tarjeta de crédito y ahí sí que Sagasti la verá mal porque también va a tener que sincerar la economía. Y si quieren seguir con las loas al gobierno anterior y siendo más vizcarristas que Vizcarra, la pasará mal, porque el vacado Presidente le echará la culpa a él por no saber manejar las cosas, porque sabemos que Vizcarra es el rey de la traición. dicho esto, espero que también prime la cordura en el tribunal Constitucional y dejen las cosas como están, intentando gobernar Sagasti y Vizcarra asumiendo sus inmensas responsabilidades en la Fiscalía de la Nación, en donde seguramente él tiene gran fuerza y predicamento, pero a la hora de la hora tendrá que asumir sus responsabilidades en los casos de ICCGSA y Obrainsa, y a ver si es que no aparecen más carpetas fiscales del 2018 o del 2019, como las que tenía guardadas Pablo Sánchez, el actual número uno del Ministerio Público.
Así que ambos tienen trabajo, el expresidente y el Presidente. Alas y buen viento para Sagasti y por favor no le haga daño al Perú.
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