Marcos Ibazeta sostiene que expresidente Vizcarra incurrió en indignidad manifiesta que provocó el rechazo de la población
Para el expresidente de la Corte Superior de Justicia, Marcos Ibazeta, los cambios en el país y protestas en las calles obedecen a que la población y los jóvenes especialmente, están decepcionados y hartos de la clase política que ejerce el poder, sin mejorar la calidad de vida de los electores, – los supuestos representados- y que en pandemia se hizo más visible el saqueo al tesoro del Estado.
Ibazeta remarcó además que el gran problema que desbordó la crisis y las manifestaciones en la calle, fue la cantidad de procesos investigatorios y de antecedentes penales de los políticos, tanto así que el conflicto se desató por un tema moral, porque la Constitución señala que la vacancia del Presidente es por incapacidad moral permanente.
“En consecuencia, nadie ha definido ese tema y lo hará el Tribunal Constitucional, porque cuando la moral pública está afectada de tal manera, el Presidente es indigno de continuar ejerciendo el cargo. El conflicto se suscita porque el Presidente, al ser indigno, iba a ser vacado por otros políticos indignos de ser congresistas”, manifestó.
SIN LIDERAZGO
El letrado opinó que cuando se le nombra presidente a Merino de Lama, éste no tuvo cualidades de un líder para conducirse en este escenario y entonces no da respuesta, porque ni siquiera hizo una lectura de las causas de la reacción de la gente y se llegó a una violenta confrontación en las calles y una represión policial fuerte, que conllevó al trágico saldo de dos muertes.
“Merino sin mostrar ninguna cualidad de líder político, designa un gabinete ministerial que resultó pésimo, porque fue un error convocar a todos los viejos conocidos que pasaron por anteriores Gobiernos que son procesados por corruptos y cuyas gestiones fracasaron, como son los gobiernos de PPK, Ollanta Humala y Alan García”, recordó.
El letrado dijo que los recursos del Perú han sido mal distribuidos y la riqueza ha sido desvalijada hasta más no poder, porque ahora apostar por una izquierda que no tiene planes de desarrollo, sino de populismo redistribuidor de lo que hay hasta que acabe, implica que no hay partidos políticos que den la talla en materia ideológica.
“Aquí parece que la indignidad está por todos lados y eso genera una sensación de ilegitimidad y algunos sectores comenzaron a suponer que ello se corría con una nueva Constitución. La vacancia es legítima, porque Vizcarra incurrió en una indignidad manifiesta dentro de lo que se concibe como moral pública, para ver lo permisible en el comportamiento público”, subrayó.