Un penalti inocente de Barella a Nacho y la autoexpulsión de Arturo Vidal permite al Madrid conquistar San Siro.
En la previa del partido, el técnico del Madrid conformó su ataque con Lucas Vázquez, Mariano y Hazard. Además, Zidane formó el mediocampo con Modric, Kroos y Odegaard. En cambio, el técnico del Inter decidió atacar con Arturo Vidal, Lautaro Martínez y Romelu Lukaku.
En la primera parte, Barella provocó la caída dentro del área de Nacho al tocarle por detrás de forma inocente. Hazard no desaprovechó el regalo y puso el 0-1 en el marcador cuando sólo se llevaban 6 minutos de partido. Ese penalti y el gol fue la culminación de una jugada que resumió lo que fue el primer acto. Luego, Arturo Vidal protestó, vio la amarilla, se encaró con el árbitro que no dudó en expulsar al chileno.
En la segunda parte, Antonio Conte apostó por un doble cambio (dio entrada a D’Ambrosio y Perisic) con Lautaro Martínez como uno de los dos sacrificados. El Inter estaba claramente contra las cuerdas y su sentencia definitiva llegó en el minuto 59. Zidane retiró a Odegaard y Mariano, algo desconectados, para meter a Casemiro y Rodrygo.
Por último, Rodrygo volvió a ejercer el papel de salvador del Real Madrid ante el Inter de Milán. El ariete brasileño apareció por donde convenía y conectó una volea definitiva. Tocó Achraf y la UEFA dio el gol al ex madridista, que no hizo buen partido. El Madrid acabó sumando su segunda victoria en la competición y ya tiene los octavos de final al alcance de la mano tras su pésimo arranque.