Con mucho asombro y sorpresa algunos parlamentarios de la izquierda radical europea presentaron a una mujer llamada Sultana Khayya cómo candidata al premio Sájarov 2021. Este famoso premio fue concedido por primera vez en 1988 a Nelson Mandela y Anatoli Marchenko, y se supone que es el máximo homenaje rendido por el Parlamento Europeo a la labor y la contribución de personas, grupos y organizaciones en el ámbito de los derechos humanos y de la libertad de conciencia.
Es insolente y absurdo que la tal Sultana Khayya, una falsa defensora de derechos humanos y una actriz de la propaganda argelina pretenda ser candidata a este noble premio. Su “activismo” se resume a unas cuantas acciones subversivas de maniobras engañosas y mentiras cuyo único objetivo es inducir al error a la opinión pública internacional para falsificar la realidad sobre el terreno y crear escenas de un supuesto régimen opresivo en el Sáhara.
¿Quién es ella? Proveniente de la ciudad marroquí Boujdour, Sultana Khayya ha estudiado en el año 2007 una carrera de lenguas en una universidad de Marrakech. Fue adoctrinada por Argelia y su títere el frente polisario en los campamentos de Tinduf y participó regularmente en formaciones sobre la propaganda mediática y el uso del tema de los Derechos Humanos ante los mecanismos especializados de las Naciones Unidas.
Del 2010 al 2019, esta falsa activista ha beneficiado de docenas de viajes de adoctrinamiento en los campamentos de Tinduf para adquirir una formación exhaustiva sobre los métodos de provocación de las fuerzas del orden publico y sobre la instrumentalización de cualquier suceso que ocurre en la ciudad de Boujdour, donde reside, para vender la imagen de la victima con el fin de servir la falsa propaganda mediática del frente del polisario.
Khayya ha recibido también en España, en los años 2015 y 2018, formaciones técnicas en materias de expresión en lengua española y de utilización de fotografías y de capsulas video como pruebas de convicción contra Marruecos.
De hecho, la actriz a sueldo de Argelia fue la protagonista de un escándalo mediático, cuando exhibió entre lágrimas durante una entrevista con el canal español “Antena 3” fotos de niños palestinos víctimas de un bombardeo israelí ocurrido en 2006, afirmando que eran niños saharauis gravemente heridos. Filmada riéndose a carcajadas mientras salía de las instalaciones del canal, sus mentiras grotescas fueron expuestas en el momento tras la condena de varias altas autoridades palestinas que rechazaron este tipo de maniobras mediáticas.
Sultana Khayya recibió también formación sobre el manejo de armas en Argelia. De hecho, no dudó en compartir en sus redes una foto de ella portando un arma de fuego y llamando a la lucha armada contra Marruecos.
¿Cómo pretende una persona que llama a la guerra y cuya consigna es la violencia ser candidata de un premio instituido para quienes defienden los derechos humanos?
Hoy en día, esta persona continúa con su estrategia de difundir mentiras. Desde la ruptura del alto el fuego por parte del Polisario, la falsa activista participa activamente en la campaña mediática argelina enfocada sobre la pseudo degradación de los Derechos Humanos en el Sáhara. ¿porque será que nunca se pronunció sobre la catastrófica situación en la que viven las populaciones secuestradas en los campamentos de Tinduf en Argelia?
La lealtad de esta persona hacia el polisario -una organización político-militar separatista creada, cobijada y financiada por Argelia, que tiene vínculos estrechos con grupos terroristas- y su vocación profesional de propagandas falsas y de desinformación hacen que esta postulación al premio Sájarov sea un verdadero disparate. Aceptar su candidatura sería un enorme error y chocaría con el carácter pacifista y noble de todos los galardonados elegidos para este premio.
El Parlamento Europeo debe saber que aceptar a la supuesta militante como candidata, pues la violencia y el engaño son su consigna, alejados de los nobles valores de los derechos humanos, ya que defiende los intereses de una organización de extrema violencia ligada al terrorismo en la región. Esto perjudicaría la reputación del Premio, así como la del Parlamento Europeo, al dar realce a un engaño que solo busca conseguir logros políticos espurios, confundiendo a la opinión pública internacional. Si procede, se reafirmaría la conducción de un movimiento bélico que repercutiría en las vidas de cientos de miles de personas en el Sáhara Marroquí.
El grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo anunció este miércoles que nominará a un colectivo de mujeres afganas en el área del activismo, la política, la enseñanza o el periodismo, entre otros, como candidatas al premio Sájarov a la libertad de conciencia que otorga anualmente la Eurocámara.
Cabe resaltar que detrás de todo esto, está el régimen militar argelino que en su clara ofensiva contra su vecino Marruecos está buscando el reemplazo de la otra falsa activista Aminatou Haidar.
La nominación de esta pseudo militante de Derechos Humanos afecta la reputación del Premio, así como la del Parlamento Europeo, ya que le podría otorgar la tapadera perfecta a su bélico engaño y así crear más desinformación, confundiendo a toda la opinión pública internacional.