Tras triunfo de Andrés López Obrador
La euforia de los ganadores en la histórica contienda electoral de México persiste, pero los especialistas económicos advierten que los planes del futuro presidente podrían traer consigo algunos riesgos.
Los planes que ha esbozado el politólogo Andrés López Obrador, que arrasó en las urnas con más del 53% de los votos según el 93% del escrutinio, podrían generar, entre otras cosas, «desequilibrios fiscales y en la «cuenta corriente», señalaron.
López Obrador prometió en su campaña, y lo reiteró en el mensaje del triunfo la noche del domingo, que durante su gobierno habrá «cero endeudamiento» y que actuará con «prudencia fiscal».
Sin embargo, al mismo tiempo dio a conocer que duplicará las pensiones a ancianos, discapacitados y jóvenes, para que puedan continuar trabajando y sigan estudiando, entre otras cosas.
Otras de las medidas que plantea aplicar en los primeros 100 días de su gobierno son un alza del salario mínimo, el congelamiento de precios de la energía, la reducción del impuesto al consumo en la frontera y el aumento a los créditos de la banca pública, así como el inicio de grandes obras de infraestructura.
Un análisis de Bank of America-Merryl Lynch señaló que las medidas que se propone llevar adelante López Obrador «de inicio» generarían «un mayor consumo e inversión» al aplicarse políticas en materia de pensiones, becas, congelamiento de precios de energía y la aplicación de programas de infraestructura.
Ello «estimularía la demanda» pero «las dudas surgen en la efectividad que puedan tener sus planes para elevar la productividad de los trabajadores y así la oferta de la economía», afirmó el banco estadounidense.
El presidente electo anticipó que no cancelará la reforma energética, que privatizó la mayoría de las áreas del crudo, el gas y la petroquímica, después de un férreo monopolio del Estado que se remonta a 1938, cuando el entonces presidente Lázaro Cárdenas, uno de los más venerados del panteón cívico, nacionalizó la industria petrolera.
Sin embargo, López Obrador ha dicho que someterá a revisión exhaustiva los contratos suscritos con firmas internacionales para la explotación de crudo en zonas difíciles de extraer y que requieren cuantiosas inversiones como las aguas profundas del Golfo de México.
Ello provocaría que «la implementación de la reforma energética se desacelere en el inicio del nuevo sexenio, pero permanezca en su trayectoria actual», señaló Ixchel Castro, de la firma Wood Mackenzie.
No obstante, Castro consideró que el interés de la inversión extranjera en el país continuará, tras 9 rondas de licitaciones petroleras.