En tanto, en Congreso postergan casos de mujeres golpeadas para agilizar el de Glave.
Por lo menos en 3 oportunidades el juez Erick Veramendi rechazó argumentos de seguimiento, intimidación y violación a la esfera privada de la congresista Marisa Glave, contra el periodista César Rojas. La orden de no acercarse a 200 metros de ella solo se dio en base a una pericia psiquiátrica realizada antes que las de otras mujeres que tienen casos pendientes hace meses.
“No está probado que el denunciado Cesar Arturo sea el autor de la fotografía tomada en el club privado, donde la denunciante aparece en ropa de baño. La denunciante afirma que el denunciado ingreso identificándose con otro nombre, sin embargo, no existe medio probatorio directo o pluralidad de indicios, que nos haga establecer eso”, dice el punto 1.4.1. del documento.
La abogada Liliana Humala criticó que, luego de desestimar estos aspectos, Veramendi haya ordenado restricciones porque Rojas la llamaba “musa”. Recordó que los casos de violencia familiar demoran semanas y hasta meses en casos de mujeres violadas y golpeadas, pero que con Glave esto fue en pocos días.
“Tengo otros casos de verdaderas víctimas de violencia. Mi patrocinada denuncia en enero y la citan para examen psicológico en marzo y audiencia después. Sin embargo, a la señora Glave la citan para pericia psicológica, a medida de la interesada, en horas. Le dan el oficio y al toque pericia ¿Dónde quedan los pobres? Además, ella sale en Cuarto Poder, y el dueño es el señor Graña, beneficiado que tiene que ver con Odebrecht”, agregó.