El nuevo aeropuerto recibirá 7.5 millones de pasajeros al año y estará operativo en 2026, según el MTC.
El Aeropuerto Internacional de Chinchero, actualmente en construcción en Cusco, se perfila como el segundo terminal aéreo más grande del país. Con capacidad para atender a más de 7.5 millones de pasajeros anuales, este proyecto es considerado clave para el turismo y la economía local. El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) asegura que estará concluido en 2026, pese a los retrasos registrados en su ejecución.
Avances y retos del proyecto
El ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, destacó recientemente la firma de una adenda con el Consorcio Natividad Chinchero, que permitirá avanzar en las contrataciones para construir la pista de aterrizaje y otras infraestructuras esenciales a partir de enero de 2025. Según el ministro, la pista conservará su longitud inicial de 4,000 metros, garantizando su operatividad conforme a los estándares internacionales.
Sin embargo, el proyecto enfrenta desafíos significativos. La Contraloría General de la República informó en junio de 2024 que las obras presentan un avance físico del 10.33%, muy por debajo del 57.78% previsto en el cronograma original aprobado en abril de 2022. Este retraso del 47% ha obligado a la concesionaria a reformular sus planes y establecer un nuevo cronograma que fija la conclusión para septiembre de 2026.
Lee también:
Impacto y beneficios esperados
El Aeropuerto Internacional de Chinchero no solo ampliará la capacidad de transporte aéreo en el país, sino que también será un motor de desarrollo para las comunidades locales. El MTC informó que pobladores de Rachi Acllo, Ayllopongo y Yanacona participan activamente en la construcción de un cerco perimétrico, del cual ya se han completado 3 kilómetros.
«Este aeropuerto es una necesidad para Cusco y para el Perú. Impulsará el turismo, generará empleo y mejorará la conectividad del sur del país», afirmó Pérez Reyes.
Ubicado en el distrito de Chinchero, provincia de Urubamba, a 30 kilómetros de la ciudad de Cusco, el terminal promete convertirse en una puerta de entrada moderna y eficiente para miles de visitantes nacionales e internacionales. Aunque los retos son evidentes, el compromiso del gobierno busca asegurar que el megaproyecto se concluya en el menor tiempo posible, posicionando a Cusco como un destino global de primer nivel.