Negociazo se realizó en proyecto Vía Parque Rímac, durante gestión de Villarán
CÉSAR LÓPEZ
Más de 38 millones de soles en facturas fantasmas y contratos ficticios habría sido detectado por el equipo especial Lava Jato, que investiga el pago de coimas y aportes de campaña en el Perú que habría realizado la constructora brasileña OAS, quien estaría entregando información a cambio de cerrar un acuerdo de colaboración eficaz.
El exjefe del sector de coimas de OAS, José Ricardo Nogueira Breghirolli, reveló a la fiscalía brasileña que, entre el 2010 y el 2014, la constructora recurrió a sus proveedores y subcontratistas para desviar fondos destinados a pagos ilícitos o realizar aportes de campañas políticas, sin que el nombre de la empresa apareciera.
Según información a la que tuvo acceso LA RAZÓN, una investigación financiera de la SUNAT, alcanzada a la Fiscalía, descubrió facturas por servicios fantasmas en el Perú por hasta 32 millones de soles en el desarrollo del proyecto Línea Amarilla-Vía Parque Rímac.
Ni OAS ni los proveedores de servicios pudieron justificar que hubieran prestado el servicio que consignaron en sus documentos contables. Según la SUNAT, entre los meses de marzo, mayo, julio, agosto, octubre y diciembre del 2012, OAS transfirió 22 millones de soles a la empresa uruguaya Bynkelor y otros 10 millones a la compañía constructora chilena Andreu Limitada. Esto se produjo durante la gestión de Susana Villarán en la Municipalidad de Lima (2 de enero de 2011-31 de diciembre de 2014).
Asimismo, se reveló que el representante de OAS en el Perú, Leonardo Francassi Costa, firmó un contrato ficticio de consultoría técnica con la empresa chilena Andreu. De esta manera, OAS-LAMSAC transfirió US$ 6.150.000 a las cuentas de la constructora chilena que, a su vez, vía otro contrato ficticio, transfirió el dinero a la empresa española DSC Workshop Obras, Construcciones y Promociones.
El dinero siguió viajando por bancos de Holanda y Andorra hasta terminar en las cuentas del doleiro Alberto Youssef, en Suiza.
Alberto Youssef, Carlos de Souza, Rafael Angulo, Leonardo Meirelles y Adarico Negromonte han revelado que por orden de OAS, entre el 2013 y el 2014, introdujeron al Perú unos 2,5 millones de dólares en efectivo. Es decir, aún en la gestión de Villarán.
El dinero era entregado a los funcionarios de OAS en el hotel Meliá o en las oficinas de la Universidad de Ingeniería. Ellos desconocían para quiénes eran los pagos ilícitos.
Los cinco directivos de la constructora OAS que se acogerán a la colaboración eficaz en el Perú empezarán a hablar con los fiscales Germán Juárez Atoche y Carlos Puma Quispe a partir del 3 de abril en Sao Paulo.
Previamente, abogados de la constructora empezarán a entregar información documental sobre las operaciones ilícitas de OAS, entre ellas, los contratos ficticios para el desvío de dinero para pagos de sobornos o aportes de campaña a políticos.
OAS participó en seis proyectos de construcción en el Perú entre los años 2009 y 2014, en los gobiernos de Alan García y Ollanta Humala, las gestiones municipales de Luis Castañeda y Susana Villarán y el gobierno regional de Jorge Acurio en el Cusco.