Vecinos destacan su vocación social, experiencia municipal y confían en que acabará con la corrupción
Alberto Moreno Mejía candidato a la alcaldía por el Partido Democrático Somos Perú, es el favorito para ganar las elecciones municipales en el distrito de La Victoria, por su vocación social y de servicio, amplia experiencia municipal y es el único que acabará con la corrupción.
Alberto Moreno, como vecino y regidor de dicha comuna ha realizado una serie de servicios para mejorar la calidad de vida de los victorianos. En el año 2012 sin ser autoridad, fue el gestor de la instalación del primer sistema de monitoreo de cámaras de vigilancia en el país, que fue en la Comisaria de San Cosme, para este objetivo contó con la participación de apreciados vecinos.
Alberto Moreno, ha realizado una ardua tarea para mejorar el ornato en diferentes calles y parques, como, el arreglo de pistas, veredas, losas deportivas y arborización contando para tal fin como siempre con el apoyo de los vecinos victorianos. En el campo Educativo ha implementado pabellones en centros educativos y mejorado sus patios de recreo, en el campo social tiene el programa emblemático Ángeles de El Porvenir, para ayudar a niños con habilidades especiales y colateralmente a personas de la tercera edad. Durante el tiempo de más rigor del virus covid-19 apoyó con donación de alimentos, mascarillas y campañas de fumigación en solares, quintas y colegios.
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De llegar a la alcaldía de La Victoria, Moreno menciona, que, para combatir la corrupción trabajará con puertas abiertas al cual ha denominado “Alberto escucha”, donde atenderá a los victorianos sin distingo alguno. Asimismo, establecerá un proceso planificado y democrático de la participación de los vecinos en la gestión de la municipalidad con instancias descentralizadas y de consultas e instalando una oficina dentro de la municipalidad para las juntas vecinales.
De la misma manera destaca que aplicará una política de transparencia, aprobando de forma integral la lucha contra la corrupción dentro y fuera de la municipalidad, instaurando un gobierno corporativo, bajo una cultura de limpieza, integridad y ética, con capacidad de respuesta preventiva, sancionadora y oportuna frente a la vulneración de principios y deberes éticos, normas y derechos fundamentales, a través de una plataforma anticorrupción que permita la articulación entre las entidades de la corporación municipal.
