Arturo Fernández garantiza mano dura contra delincuentes
Pablo Carranza
Para el alcalde provincial de Trujillo, Arturo Fernández, la única medida que podría tener efectos positivos en la guerra contra las organizaciones criminales que han tomado nuestras calles, es la implantación de la pena de muerte en casos extremos, ya que, según argumentó, es la mejor manera de “disuadir” a la ola de secuestros, extorsiones, robos, y asesinatos que cometen a diario “delincuentes de todas las edades”.
En conversación con este Diario, el burgomaestre reflexionó sobre las causas que nos han llevado a, lo que él consideró como, “situación límite de la inseguridad ciudadana” y además, dijo que la actual coyuntura política está “inundada hasta el cuello de la corrupción e ineficiencia de la clase política tradicional, bruta y desconectada con las necesidades del peruano de a pie”.
Hace tiempo declaró que la delincuencia es el principal enemigo del Perú, ¿dónde queda la corrupción?
La corrupción también es un obstáculo muy grande para alcanzar nuestro desarrollo, pero hemos enfrentado desafíos realmente significativos en términos de violencia y criminalidad, como el terrorismo de Sendero Luminoso, y ahora con las bandas criminales que han copado nuestras ciudades y pueblos. Por eso creo que la delincuencia es el principal lastre, ahora creo que esta problemática no solamente se encuentra en las calles sino también en la administración pública, los partidos políticos también organizaciones delincuenciales solo que nadie dice nada.
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¿Estaría de acuerdo con la implantación de la pena de muerte? y ¿por qué?
Creo que es lo primero que debe hacer, y no solo lo quiero yo sino la gran mayoría de la población, según las encuestas, y la razón es sencilla, el sentimiento de impunidad y la percepción de que el sistema de justicia no es efectivo eso alimenta el apoyo ciudadano a medidas más drásticas como la pena de muerte o la cadena perpetua. Los delitos graves si merecen un castigo máximo para ser disuasivos y si son una forma de hacer justicia y proporcionar reparación a las víctimas por el daño personal y económico.
Pero, para ello Perú tendría que desligarse del Pacto de San José…
Y no creo que haya nada de malo en eso, más bien positivo porque los países más desarrollados social y económicamente tienen una pena máxima para los delitos más graves, pero claro el tema de la pena de muerte es sumamente controvertido a nivel mundial. Hay muchos argumentos éticos, pero deberíamos valorar más a las personas de bien que aquellos delincuentes de todas la edades que extorsionan, matan y roban porque estamos e una situación límite de la inseguridad ciudadana.
¿Cree que la actual clase política está en condiciones para resolver estos problemas?
No, porque ellos son parte del problema, los partidos políticos son el origen de la corrupción porque desde que elaboran sus programas de gobierno ya planifican como pagar y cobrar los favores que hacen. Los dueños de los partidos deciden a dedo, quienes conformarán sus listas al Congreso y a quienes designar en cargo públicos importantes, eso es un delito, se llama tráfico de influencias, pero eso se volvió una costumbre. Aquí en Trujillo, una universidad tiene a los principales funcionarios comiendo de su mano.
¿Le gustaría ser presidente del Perú?
Me gustaría que mi país fuera como Suiza, Alemania, Japón, que tuviéramos el transporte público, los hospitales, los colegios y la infraestructura que ellos tienen porque no somos menos que nadie, si pudiera hacer algo por la ciudadanía desde otros escenarios lo haría porque la política a nivel nacional está inundada hasta el cuello de la corrupción e ineficiencia de la clase política tradicional, bruta y desconectada con las necesidades del peruano de a pie. Sin embargo, actualmente estoy en la municipalidad de Trujillo, una ciudad que ha recibido una gran cantidad de inmigrantes de provincia y del exterior.
Hace poco estuvo en un evento donde se debatió la realidad social del Perú, ¿Qué tal la experiencia?
Hace poco estuve debatiendo ideas y reflexiones sobre la política nacional en un evento en el sur, porque me gusta promover propuestas que busquen solucionar problemas, mejorar la calidad de vida de las personas y construir un país más justo y equitativo. No tengo una ideología definida, yo estoy a favor del servicio al ciudadano, la diversidad de voces, opiniones y perspectivas enriquece el debate ayuda nosotros los funcionarios a tomar decisiones más representativas de la voluntad de la ciudadanía.