El Programa Mundial de Alimentos emite una alerta sobre la situación de la anemia en menores de tres años en Perú. ENDES registra un total de 43,1% casos
Después de la publicación de los resultados más recientes de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2023, que indican un aumento preocupante en la tasa de anemia infantil en Perú, alcanzando el 43,1%, Sarah Laughton, representante del Programa Mundial de Alimentos en Perú (PMA), observó que las autoridades aún no han finalizado la reglamentación de la ley sobre el arroz fortificado.
Recordemos que la Ley N° 31348 fue promulgada en agosto de 2021, pero hasta el momento, su implementación a nivel nacional no se ha materializado completamente. Actualmente, su aplicación se ha limitado al programa Qali Warma y a algunas regiones específicas como Lambayeque y San Martín.
“Han pasado varios años y aún no se ha implementado. Comer un arroz fortificado nos daría entre 35% a 40% de hierro y nos da micronutrientes. Esto es importante en un contexto donde no hay un acceso económico ideal”, comentó Laughton.
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Además, sugiere que este enfoque también podría aplicarse a otros alimentos, siguiendo el ejemplo de Costa Rica, donde la prevalencia de la anemia se redujo en un 4% en tan solo siete años.
En la actualidad, la selva y algunas áreas de la sierra registran los índices más elevados de anemia. “Estamos viendo el aumento de la inseguridad alimentaria debido al poco acceso a alimentos por la inflación o por causas estructurales como pobreza o falta de acceso a servicios básicos”, indica.
Sin embargo, ¿cuáles son las consecuencias si un niño padece de anemia? Según Diana Guevara, nutricionista de la Fundación Baltazar y Nicolás, esto conlleva a una disminución en el desarrollo intelectual debido a la falta de nutrientes, lo que impide la formación adecuada de conexiones cerebrales. “En los menores de tres años de edad no se suele notar, por eso es importante los controles oportunos en los centros”, comenta.
Asimismo, sugiere que los padres proporcionen a sus hijos alimentos ricos en nutrientes como vísceras, sangrecita y pescado, tanto en casa como en la lonchera escolar, para promover una dieta saludable para los niños en edad preescolar.