Por: Magaly Zapata
Veo en redes que pasó por el hule dos veces en 15 días, lo de Caravelí hace un mes no parecía pero fue cornada ¿Y la segunda operación? Atisbo que el año pasado le sigue pasando factura.
Releo su bio y cumplirá 17 de alternativa y 25 de la primera vez que toreó en público en Las Delicias cuando no sabía si quería ser profesional, solo quería torear y torear. Se hizo torero, médico y después piloto.
Le doy un toque y que cuente: “Mi segundo toro de la primera tarde me pegó un derrote seco y supe en ese mismo momento que me había roto por dentro, no imaginé la magnitud del daño sin que la piel se abra, tenía que torear la del día siguiente y me infiltré yo mismo antes de ponerme el traje de luces para poder cumplir con mi compromiso, Caravelí es una plaza donde toreé por primera vez en 2006 de novillero y estrené alternativa en 2009, pude disfrutar de su gente y tenía que cumplir con ellos”.
En Lima fue operado por el Dr. Baltazar y está recuperado al 100% de la cornada pero… “al momento de ese percance estaba en espera de resultados por una lesión en mi rodilla por una voltereta que sufrí en Viraco en octubre 2024 me causó lesión del cartílago articular que debía solucionar lo antes posible para recuperarme y retomar mi temporada este año”.
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No escarbaba su sentir desde antes del percance previo al paseíllo en Acho: “Fue bastante desafortunado en general, venía del percance de Viraco, rodilla lesionada y costilla rota, y 6 días antes de Acho un toro me dio la peor paliza de mi vida y me desgarró el tríceps, a día de hoy no me lo creo, haber llegado a torear porque quedé muy mal físicamente y muy mermado psicológicamente, lamentablemente la suerte no estuvo conmigo ese día”.
Vea usted que ser torero es difícil, duro y complicado, que la suerte que Dios reparte tiene que estar alineada cada minuto que se ponen delante, aunque tengan el oficio bien aprendido y estar en su mejor momento.
Alfonso se ha forjado en el país, lo ha toreado en todos sus puntos cardinales, ha sido de los pocos peruanos que ha toreado en Las Ventas de Madrid de novillero y sueña con volver y confirmar alternativa.
¿Y si miras atrás con que momentos te quedas? “Me siento muy orgulloso de ser un torero 100% hecho en el Perú, este año serán 22 temporadas dándole vueltas, qué travesía, qué bonito, cuánto he aprendido, no sabes lo agradecido que puedo estar, me quedo con todo lo que el toro me ha podido dar, desde amistades inquebrantables hasta los momentos más duros, con mis pueblos, con sus plazas de palos, las firmes, las que tienen solera, con sus gentes, sus costumbres, su idiosincrasia, su manera de vivir la fiesta.
¿Ha cambiado mucho esto desde que empezaste? “Muchísimo, he visto pueblos pasar de lidiar una o dos vacas a corridas completas con picadores, caminos de trocha a asfalto, viajes de 12 horas que pasaron a ser de 3, plazas portátiles a firmes, sitios que aumentaron sus corridas y de 6 toros y se debe a la inmensa afición que tenemos en el Perú”.
Transitar el Perú para torear, es mirar a Dios de frente y Alfonso de Lima sumará 22 temporadas de cabo a rabo, más de mil toros estoqueados y 17 indultados evidencian su capacidad de entender el material que tiene delante y aprovecharlo para el triunfo de la vida.
Por ahora el guerrero reposa en Cusco: “la mente todo lo puede, con paciencia y fuerza estaré al 200% para fines de marzo o principios de abril, todo ha sido y sigue siendo parte del camino, de una ruta de aprendizaje que siempre tendrá dos vías”.
