En una entrevista con La Razón, el actor Alonso Cano nos cuenta de su interpretación de Simón Bolívar en la obra ‘Guayaquil, una historia de amor’ escrita por Mario Diament y dirigida por Javier Valdés.
Foto: Camila Echevarría
Desde su infancia, Alonso Cano siempre estuvo involucrado con la actuación, asistiendo a ensayos y funciones de teatro, gracias a sus padres, los actores Patricia Frayssinet y Carlos Cano, que se dedicaban a este arte.
Actualmente interpreta a Simón Bolívar en la obra ‘Guayaquil, una historia de amor’, escrita por Mario Diament y dirigida por Javier Valdés, cuya temporada estará en el Teatro Mario Vargas Llosa hasta el 3 de julio.
¿Cómo nace tu pasión por la actuación?
Vengo de una familia de actores y toda la vida he vivido rodeado de teatro. Cuando mis papás tenían que hacer su función, me llevaban, veía todas las funciones y me paseaba por todo el teatro. De ahí nació la pasión, me la han inculcado sin querer queriendo desde pequeño.
¿Cuál fue tu formación actoral?
Mi primer taller lo hice a los 15 años con Maritza Gutti, gracias a ella tuve un mayor entendimiento y me enamoré del teatro de una manera más especial. Luego estuve en el taller de Roberto Ángeles y Alberto Ísola. También en circo con la Tarumba y distintos talleres de clown y canto.
¿Qué consideras esencial en un actor?
Sacrificio, tener algo que expresar, disciplina, amor por la actuación y la pasión también es fundamental.
¿Consideras que el teatro está creciendo en el país? ¿Qué crees que se necesite para que tenga una mayor acogida?
Se necesita cultura, creo que deberían inculcar el teatro y distintas artes escénicas desde el colegio, eso sería fundamental a largo plazo. Sería maravilloso porque todo tipo de arte te abre la mente, el corazón, te hace entender algunas cosas que quizás no podrías entender de manera práctica, el arte en general es fundamental para el ser humano.
De todos los proyectos que has realizado hasta ahora, ¿cuál crees que ha sido el más laborioso para ti?
Todos lo son de alguna forma. Alguna vez hice un unipersonal de Freddie Mercury y fue bastante laborioso porque estaba solo en escena y tenía que interpretar a un personaje tan importante dentro de la cultura del rock, además tenía un escena de desnudo, ese fue un gran reto para mí. También me pasó con Simón Bolívar que lo interpreto desde ‘El Último Bastión’ y ahora tengo la suerte de volver a encarnarlo en ‘Guayaquil, una historia de amor’.
¿De qué trata ‘Guayaquil, una historia de amor’?
Es una obra que habla acerca de la importancia que tuvieron las mujeres, Rosita Campusano y Manuela Sáenz, en la Independencia, toda la influencia que tuvieron con Simón Bolívar y San Martín. También cuenta muchas intimidades acerca de estos cuatro personajes históricos, es una mirada más humana de ellos. Vamos a conocer un poco de su vida, sus sentimientos, sus celos, sus pasiones, con bastantes dosis de humor y carga dramática.
Sabemos que Javier Valdés dirige la obra, ¿qué tal tu experiencia trabajando con él?
Muy bien, es mi segunda experiencia con él, como también es actor, es un director que te da el camino libre para que puedas proponer y crear tus personajes. Siempre está con una sonrisa, buen humor y feliz de trabajar en lo que le gusta, entonces eso se transmite y todo el elenco trabajamos a gusto.
Como actor, ¿qué es lo que buscas en un proyecto al momento de aceptar una propuesta?
Busco que me mueva de alguna manera, siempre me gusta que mi personaje tenga una evolución. Me gusta apostar por proyectos nacionales, que me llamen la atención y me conmueva de alguna manera.
¿Qué tan importante es el teatro en tu vida?
Es todo. Mis papás se conocieron en una obra de teatro, se enamoraron y luego nací. Si no existiera el teatro, no existiría tampoco. El teatro es todo en mi vida, lo he hecho desde siempre, vivo gracias a él y moriré haciendo teatro.
¿Un consejo para las personas a las que les gustaría dedicarse al arte?
Primero que tengan claro que es lo que quieren porque sabemos que dedicarse al arte en este país no es nada fácil, van a tener que pasar por momentos complicados como la estabilidad económica. Ahora por suerte, gracias a la globalización y la tecnología cada uno puede hacer sus propios proyectos. Autogestionarse y leer mucho también es indispensable.
¿Qué otros proyectos tienes para este año?
Tengo una temporada en el Teatro Julieta en agosto de una obra que se llama ‘Carne Quemada’ de Jaime Nieto, tengo mis talleres con Butaca Film y esperando a que aparezca algo en el cine o televisión.
Finalmente, ¿puedes invitar a nuestros lectores a ver ‘Guayaquil, una historia de amor’?
Les diría que consuman teatro y que es una obra en la que vas a conocer la historia de los libertadores, te vas a divertir y pasar un buen rato, con toda la seguridad del caso y las distancias requeridas, estoy seguro que los va a conmover.
