Siempre han existido diversas generaciones que interactúan en el mismo tiempo y espacio y, en cuanto a la juventud su actitud e interés era estable, quizás con matices, pero no con cambios significativos.
Se notaba que siempre la juventud tenía interés en el futuro, en el desempeño de lo nacional, en valores cívicos como también religiosos, en los estudios, los deportes, en la visión de sus países frente al devenir internacional, en la gobernanza, en las no adiciones, así como en establecerse y formar familia duradera en el tiempo.
Hoy advertimos que lo expuesto ha variado radicalmente en poco tiempo. Por ejemplo, el interés en lo nacional pasó a segundo plano, hoy los jóvenes se sienten ciudadanos del mundo, ello quizás por la influencia de la globalización y en la inmediatez informativa del acontecer universal. En cuanto a valores se ha ido perdiendo su seguimiento ante el relativismo. En lo religioso hay claro desinterés hasta por el culto, como lo acabamos de verificar en la Semana Santa en que las iglesias tenían muchos adultos mayores, algo menos pobladas en gente de edad mediana, pero con orfandad de jóvenes.
En cuanto a estudios hay notoria preferencia por las ciencias, dejando de lado las humanidades que son formativas. Se piensa en lo que les será más rentable y punto.
Respecto a los deportes el interés mayor es como espectáculo, más no como disciplina a realizar. Hay preferencia en la gimnasia, el ejercicio físico para esbeltez y musculatura, y como prueba los gimnasios repletos.
La información internacional genera más interés que la nacional, pues han ido sustituyendo las preferencias en medios escritos, radiales y televisivos, por las noticias en redes y las que llegan a los celulares que son pequeñas computadoras.
También pierden interés en la gobernanza de sus respectivos países, salvo cuando consideran que sus libertades están en peligro, como sucedió el ya famoso 05 de abril, reconociendo que fueron embaucados para marchar en noviembre de 2020. Las adiciones a las drogas se han ido ampliando y con descaro, se ven como normales, cuando para los que tenemos mayor edad son una desgracia que debe prevenirse.
En cuanto al futuro familiar, la juventud es esquiva en contraer matrimonio y formar familia. Se nota que si se casan lo hacen cada vez con mayor edad de lo que antes fue edad más o menos estándar y, la procreación de hijos se distancia lo más posible y todo ello dentro del entendido de que si hay desavenencias no se tratará de corregirlas sino de romper relaciones.
En lo que se refiere al esparcimiento, la preferencia son los video juegos como Dota 2 y, tienen inclinación por espectáculos poco comprensibles, con música que es más ruidosa que melódica y en que los espectadores están dispuestos hasta a endeudarse para concurrir a las presentaciones de los Kopop BTS, de pop coreano o de la llamada Beba Army.
Como resultado de todo lo descrito podríamos decir que las dinámicas sociales están en duro cambio y que los paradigmas del anterior siglo no son los mismos, pese a que no hemos llegado siquiera a la cuarta parte del nuevo siglo. Todo esto es digno de estudio.