Esta no es la única pérdida que ha enlutado a la ciudad de Arequipa en los últimos días
El viernes 10 de mayo, una trágica situación sacudió a una familia en Arequipa, cuando un bebé de apenas un año de edad sufrió una fuerte descarga eléctrica en su hogar. La historia, que comenzó como un descuido cotidiano, se convirtió en una pesadilla para sus seres queridos, dejando un doloroso vacío en sus corazones.
Todo ocurrió alrededor de las 14:00 horas, en una vivienda ubicada en la calle Amazonas del distrito de Mariano Melgar. La madre del pequeño, en un momento de descuido, dejó solo a su hijo por unos instantes mientras atendía una necesidad básica. Al regresar, encontró al pequeño tendido en el suelo, una escena desgarradora que ninguna madre debería presenciar.
Según la investigación preliminar, el niño habría sufrido la descarga eléctrica al manipular un tomacorriente en la vivienda. La madre, al percatarse de la situación, actuó con rapidez llevando a su hijo al centro de salud de Mariano Melgar. Sin embargo, lamentablemente, los esfuerzos médicos resultaron infructuosos, y el pequeño fue declarado sin vida.
El dolor de la pérdida se vio agravado por la sensación de impotencia ante la falta de atención oportuna que algunos familiares expresaron. La madre, en medio de la desesperación, buscó ayuda para su hijo, pero el tiempo jugó en su contra, y el destino fue implacable.
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Las autoridades competentes, encabezadas por la Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público, han iniciado una exhaustiva investigación para esclarecer las circunstancias que rodearon este trágico suceso. El objetivo es encontrar respuestas y, en la medida de lo posible, evitar que tragedias similares vuelvan a repetirse en el futuro.
Lamentablemente, esta no es la única pérdida que ha enlutado a la ciudad de Arequipa en los últimos días. Tan solo dos días antes, una niña de tres años perdió la vida en un incendio provocado por la explosión de un celular en el distrito de Cayma. Su hermana mayor, de siete años, lucha por su recuperación en un hospital cercano, un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y la importancia de la precaución en nuestros hogares.
En momentos como estos, es fundamental recordar qué hacer y qué no hacer si nos enfrentamos a una situación de emergencia como una descarga eléctrica. La información y la preparación pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Es vital saber cómo actuar y, sobre todo, tener a mano los números de emergencia que nos permitirán solicitar ayuda rápidamente en caso de necesidad.
La pérdida de un ser querido, especialmente cuando se trata de un niño tan pequeño, deja un vacío imposible de llenar. Desde lo más profundo de nuestro corazón, enviamos nuestras condolencias a la familia afectada por esta terrible tragedia, y esperamos que encuentren consuelo en medio de su dolor. Que la memoria de este angelito perdure en sus corazones y nos recuerde la fragilidad de la vida y la importancia de proteger a nuestros seres queridos en todo momento.