La iniciativa «Arbolandia feliz» ha sido galardonada con el premio Antonio Brack Egg, otorgado por el Ministerio del Ambiente en su Edición Bicentenario
Mediante la plantación de diversas especies de árboles, los residentes del barrio Independencia en el distrito de Alto Selva Alegre, región Arequipa, tomaron la iniciativa de eliminar la suciedad y los malos olores generados por un vertedero informal que también funcionaba como letrina pública y punto de encuentro para personas con comportamientos perjudiciales. Además, representaba un potencial foco infeccioso asociado a diversas enfermedades.
Este espacio de 400 m2 estuvo abandonado durante mucho tiempo, sin que nadie tomara medidas para recuperarlo. Además de la contaminación por desechos sólidos, también era utilizado como una cochera.
Ante esta inadecuada situación ambiental que afectaba negativamente su calidad de vida, los habitantes de la localidad se organizaron y decidieron transformar radicalmente el área. Rafael Muñoz, uno de los impulsores de «Arbolandia feliz», señala: «La unión de todos los vecinos permitió recuperar este espacio». Gracias a esta iniciativa, se han plantado alrededor de 300 árboles de mioporo, mora, jacarandá y otras especies nativas de la región.
La iniciativa ciudadana «Arbolandia feliz», que comenzó en 2014, ha generado una transformación real tanto social como ambiental en el barrio arequipeño. Permanece activa hasta el día de hoy y cuenta con el respaldo continuo de la municipalidad distrital.
La recuperación de esta zona involucró la participación activa de asociaciones de padres de familia de las escuelas, el sector privado, organizaciones sociales y la comunidad en general.
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Esta colaboración fue crucial para garantizar la sostenibilidad del proyecto, que tenía como objetivo revitalizar espacios públicos y aumentar las áreas verdes. «Ahora disfrutamos de un entorno verde y pacífico. Los árboles nos han traído felicidad a todos», destacó uno de los impulsores.
Esta experiencia ciudadana única fue reconocida con el Premio Nacional Ambiental Antonio Brack Egg Edición Bicentenario en 2021, en la categoría «Perú Natural», con una mención especial en «Habitabilidad y sostenibilidad ambiental».
Un cambio de vida
El lugar que antes estaba contaminado y enfermo ahora luce saludable y acogedor, transformándose en un parque y espacio de encuentro y recreación familiar. Actualmente, la responsabilidad de su adecuada conservación recae en la municipalidad de Alto Selva Alegre.
Este espacio recibe frecuentes visitas de estudiantes, quienes aprovechan las hojas de los árboles para crear sus colecciones de plantas (herbarios). Además, algunas personas utilizan las ramas y hojas de eucalipto para preparar mates y bebidas terapéuticas, una práctica que se intensificó durante la pandemia del COVID-19.
“Un árbol es vida, da color y ayuda a la salud. Nos protege del Sol y de la lluvia. Además, es refugio de diversos seres vivos y provee de alimentos”, afirma Muñoz.
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