El efectivo policial fue capturado por violentistas que atacaron la comisaría La Joya. Sacerdote tuvo que interceder para evitar fatal desenlace.
Miedo, desesperación, los únicos sentimientos que pueden describir lo que vivió el efectivo policial que fue secuestrado y rociado en gasolina el pasado domingo 22 por un grupo de violentistas que atacaron la comisaría de El Triunfo, en el distrito de La Joya (Arequipa).
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 3:00 pm. Fueron cerca de 200 personas las que asediaron la dependencia policial con intención de quemarla, y capturaron al suboficial de la Policía Nacional del Perú (PNP). El objetivo de los criminales: la liberación de sus cómplices detenidos tras los enfrentamientos por la liberación de la Panamericana Sur de ese mismo día.
Los criminales amenazaron con quemar vivo al agente del orden, tal y como se hizo en Juliaca el pasado 10 de enero. “Ya me están echando gasolina”, llegó a decir el policía durante las negociaciones por su rescate, las cuales duraron varias horas. Un sacerdote del mismo Arequipa fue el mediador.
El acuerdo entre las partes se concretó casi a las 11:00 pm y el intercambio tuvo lugar en la plaza de la zona. Fueron cinco los subversivos liberados a cambio de la recuperación del policía. La PNP al principio no quiso aceptar, pero tuvo que ceder.
Las conversaciones se desarrollaron pese a los enfrentamientos que continuaban en la comisaría. Al final, casi 70 efectivos PNP fueron necesarios para dispersar a la enardecida turba violentista.
En total, 22 personas, entre civiles y policías resultaron heridos. Seis de ellos, con heridas de bala, están internados en el hospital Honorio Delgado Espinoza.
Cabe señalar que este acto terrorista no ha sido el único que ha vivido Arequipa en estos últimos días, el pasado 19 de enero una nutrida turba de violentistas intentó tomar por asalto el aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón. Aquel ataque dejó un saldo de 10 heridos y un fallecido.
Todas estas acciones vandálicas se dan en el marco de las protestas por la renuncia de la presidente Dina Boluarte, quien asumió el cargo en reemplazo del expresidente golpista Pedro Castillo. Además de la dimisión de la jefa de Estado, las manifestaciones exigen también el adelanto de elecciones generales, la convocatoria de una Asamblea Constituyente para la redacción de una nueva Constitución, y el cierre del Congreso.
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