Dueño de la casa de Sarratea se encuentra prófugo
El Poder Judicial dispuso el arresto preliminar por 10 días contra el empresario Segundo Sánchez, quien es dueño de la casa del pasaje Sarratea. Como se sabe, el presidente Pedro Castillo tenía sus reuniones clandestinas en ese inmueble fuera de Palacio de Gobierno y que fueron revelados en noviembre del año pasado.
La decisión se concretó gracias a un pedido del Equipo Especial de Fiscales contra la corrupción del poder, liderada por la fiscal superior Marita Barreto, al juez Víctor Zuñiga Urday. El magistrado también dispuso la detención contra los exasesores del presidente Castillo que habrían formado parte del llamado “Gabinete en las sombras”.
Estos son Abel Cabrera Fernández, Auner Vásquez Cabrera, Biberto Castillo León y Eder Viton Burga. Adicionalmente, la medida también alcanza a Salatiel Marrufo, exjefe del gabinete de asesores del Ministerio de Vivienda durante la gestión de Geiner Alvarado, investigado por pertenecer a una presunta organización criminal que direccionaba obras en su sector en Cajamarca y otras regiones del país.
“(Se dispone) detención preliminar judicial por el plazo de 10 días naturales por la presunta comisión de los delitos contra la tranquilidad pública —organización criminal— prevista y sancionada en el artículo 317 del Código Penal”, se lee en la orden del PJ. Además, se incluyen los delitos de colusión, tráfico de influencia y encubrimiento personal.
Según la tesis fiscal, Sánchez Sánchez, Cabrera Fernández y Medina Guerrero tenían el rol de financistas y coordinadores de la organización. Marrufo y Vásquez ern los coordinadores. Mientras que Castillo León cumplía el rol de operador.
Hasta el momento, la Policía Nacional ha detenido a Cabrera, Vásquez, Castillo, Viton y Marrufo. Sin embargo, se desconoce el paradero del dueño de la casa de Sarratea desde hace más de 15 días.
La red criminal consistió en que tuvieron la captación de dinero desconocido para financiar la campaña del entonces candidato Pedro Castillo y así obtener ganancias ilícitas “una vez se obtenga el poder político”. Luego, Castillo en Palacio de Gobierno, fue el copamiento de instituciones públicas para generar activos ilegales.
Se reveló que la casa de Sarratea servía como una especie de despacho presidencial clandestino de Pedro Castillo para reunirse con ministros, familiares, amigos y empresarios. Con estos últimos, se habrían acordado direccionar una serie de licitaciones para los financistas del presidente para ganar obras en los ministerios de Transportes y Vivienda.