El equipo dirigido por Mikel Arteta no pudo aprovechar su localía y terminó empatando ante el Tottenham con un doblete de Son
El derbi de Londres se jugó en el Emirates Stadium entre el Arsenal y el Tottenham, donde los gunners llegaban como favoritos para ganar el encuentro debido al excelente momento que están experimentando, además de su destacada campaña anterior en la que terminaron en segundo lugar de la Premier League, solo por detrás del Manchester City de Pep Guardiola.
Este encuentro era uno de los más esperados por los aficionados de todo el mundo, sin duda el partido de la fecha que seguramente tendría muchos goles. El objetivo del Arsenal era no perderle pisada al Manchester City, que continúa como líder tras vencer el día anterior al Nottingham Forest con un marcador de 2-0.
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El partido comenzó con Bukayo Saka generando problemas para el equipo contrario, aprovechando que su marcador, Udogie, había recibido una tarjeta amarilla temprana. Fue en una de las jugadas de Saka que se produjo el primer gol del partido. El hábil extremo del Arsenal intentó un disparo hacia el poste lejano con su pierna izquierda, pero la contribución decisiva vino de parte de Romero, quien desafortunadamente desvió el balón dentro de su propia portería al intentar despejar el tiro.
La ventaja inicial permitió al Arsenal disfrutar de unos buenos minutos en el partido, aunque con el tiempo fue perdiendo fuerza. El Tottenham comenzó a tomar más iniciativa y puso a prueba los reflejos de David Raya con un potente disparo de Johnson desde corta distancia. El portero español respondió con una espectacular parada, pero no pudo evitar el gol cuando Maddison se desplazó por la banda y entregó un pase perfecto a Heung-Min Son.
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El segundo tiempo también fue emocionante. El Arsenal regresó del descanso con un nivel de energía adicional y se benefició de una decisión del VAR que llevó al árbitro a señalar un penal por una mano de Romero dentro del área. Saka asumió la responsabilidad y venció al portero Vicario por el centro.
Parecía que el Arsenal estaba en camino a la victoria, pero en la jugada siguiente, Jorginho cometió un error costoso. El italiano se relajó y Maddison le robó el balón antes de habilitar a Son, quien no perdonó.
El marcador no se movió más después de eso, pero el empate mantuvo la emoción en un derbi que finalizó sin un ganador claro.
