Suponíamos que solo en los refritos noveleros mejicanos abundaban los dimes, diretes, chismes, traiciones y demás escoria. Resulta ahora que esa lacra ha escalado en la política mejicana con el metiche y, chismoso, alcahuete Andrés, el charro ladrador.
La democracia que entiende el charro ladrador le permite hacer de la vista gorda que en Chiapas, un estado sumido en la pobreza extrema, es rico en agricultura e industria, pero su población vive en la pobreza extrema.
En Veracruz, para segundo ejemplo, e ignominia, el charro ladrador cierra los ojos ignora y permite la prostitución casi industrializada en poblado urbano, por donde discurren niños camino a la escuela y amas de casa camino al mercado. Pero esta alcachofa de mala sangre mete sus narices en nuestro país. Paréntesis: Lo que aquí afirmo no lo consigo en dulcetes bibliotecas. Soy testigo de sitio pues estuve en ambas latitudes.
La perorata que acostumbra a dirigir al mismo grupo que lo aplaude, no está para informarles de lo que pueda hacer por su país, sino que va metiendo, este albino, sus narices en otras latitudes.
Cuenta que le dijeron: que le refirieron…unas señoras se tapaban la nariz al paso del ratero Pedro Castillo, pero ese acto entristece al charro ladrador. Tamaño chisme solo aflora en su torcida mente de metiche. Y si en caso lo hubiera referido el corrupto, Pedro Castillo, es porque es parte de su auto victimización. Castillo siempre quiso ganarse al pueblo con su lastimera queja de que no lo quieren. Y el charro agarró la flor así al vuelo, porque esa es su manera de conducir a su país al chisme y la intriga en donde no lo llaman.
Como se ve y muy claro y, hasta escandalosamente torcido el informe que recibe este charro que su acusete Monroy no le ha dicho, que Pedro Castillo es un querubín junto al cacharro de Toledo y ése nunca se quejó que lo discriminaron, por eso si no que por trucho y uno de los mayores rateros junto a Pedro Castillo.
Que sepa este chismoso charro que los ciudadanos mejicanos que viven en Perú, se encuentran disfrutando de todas las prerrogativas de las que disfruta un connacional peruano. De manera que fuera menester que cierre la tienda en Perú porque ellos no necesitan de ninguna defensa venida del charro.
Cuesta entender a este dizque demócrata charro, cómo es posible que uno de los hombres más ricos del mundo sea mejicano y su pueblo viva en la pobreza extrema. Cómo entender que su país es una “maravilla”, al punto que miles de mejicanos huyen hacia la frontera con EE. UU buscando mejoras que su país no les da. Muchos de los que huyen mueren en el intento lo que deviene en una inmensa cobardía del charro ladrador. A ellos debiera proteger y no a los que viven, sin apuros, en Perú.
No hace mucho este charro fue a U.S.A a pedir por caridad que los estadounidenses americanos les abran las puertas para dejar pasar a su gente ¿Qué vive bien? Doble moral de este charro ladrador.
proteger y no a los que viven, sin apuros, en Perú.
No hace mucho este charro fue a U.S.A a pedir por caridad que los estadounidenses americanos les abran las puertas para dejar pasar a su gente ¿Qué vive bien? Doble moral de este charro ladrador.
Vean pues aquí unas mamarrachientas repetidoras de los que algún bellido o bermejo o cuando no un cerrón le haya inculcado a las portalatinos; a las machorras que de un tiempo a esta parte están en el candelero político pues a veces sí y otras no. Vayan viendo los “valientes” ojitos tapatíos Pasión Dávila ese que ataca por la retaguardia de un colega ojo quE – no digo que lo penetre– si no que lo emprende a puñetazos a traición y luego cuatro letras pa´que te quiero, corramos.
Y ya que hablamos de estas cobardías, miren nomás al “valiente de maceta” bermejo, el que corrió a la ciudad de Ica para echar más carbón a la fragua y alentar a los terrucos hacer más daños a la propiedad ajena. Luego de su cometido corrió a su cómodo hospedaje en hotel de lujo ¡Qué bonito! Así entienden las machorras y los comunistas de barracones que se dejan arrear por los pícaros que hacen “chanchitas” en su propio beneficio. Para eso, ya se dijo, tienen a sus muñecas portalatino que repiten como loras toda la angurria de los cerrones, bellidos y bermejos.
