Trasciende, se observa, una absoluta falta de moral y decencia en esta camada de políticos. Los del Congreso, para ejemplo, pidieron a los ciudadanos que los apoyaran con sus votos; ellos los, los aspirantes al congreso, los representarían y vieran por mejorar su situación.
Si alguien pudiera medir sus ambiciones de los que hoy ocupan curul, se daría que la mayoría ha traicionado a los que votaron por ellos. Se dedicaron más bien en conseguir canonjías y meter la mano negruzca en los bolsillos de sus empleados. Otros se buscaron como cobrar comisión pecuniaria por el dato o por haber impulsado una ley. Los más crearon y consiguieron elevar a ley algunos esperpentos legales para limpiar a Vladimir Cerrón y al propio Soto que oficia de presidente del Congreso.
Como grupos, se zurraron en el voto de los que los apoyaron; fingieron de límpidos y honrados. Hoy se hermanan, se abrazan con los comunistas o quien quiera que sea tal como hacen los nanos, los mickies de Fuerza popular. De los otros, ni se diga.
No hay respeto alguno del que dirá la inmensidad de la población. Hay lamezuelas a granel cerca de la Sra. Dina. Preguntemos cuál es la función de un ministro de Defensa que todo el día se le ve de acólito de la mandataria presto alcanzarle la silla y una taza de café.
El de Defensa no se hace eco de la injuria que se infiere a los monumentos patrios tal como ha sucedido con el de los ¡vencedores del 1941! ¿Quién o a quién corresponde levantar la voz? Ninguno de las FF. AA ha protestado. El de Defensa, menos. Entonces la protesta o reclamo la deberíamos hacer al ¿emolientero de la esquina?
Acciones por demás negruzcas se producen sobre los incoloros demócratas como para permitir que un sentenciado por corrupto ingrese al recinto congresal y desde allí injuriar al ejército y ¿la mayoría? Bien, gracias. El afortunado corrupto Vladimir Cerrón fue “la estrella” en el Congreso.
Claro, tiene al hermano que habrá de permitirle y generarle leyes que lo protejan. Sobre esto es vergonzosa la actitud de Nano, de F.P.
Han desilusionado a todos sus electores. Escucharlos defender a forro a un cuestionado presidente del congreso como lo ha hecho la señora Yarrow con el cuento—que también enarbola nano: no podemos cambiar de presidente a cada rato porque la gobernabilidad… ¿saben? ¡Ah, caray! No nos habíamos dado cuenta.
Con el palmaré que se ha contruido F.P. tiene la osadía o atrevimiento de anunciar que la Sra. Keiko es legítima postulante a la presidencia de la República. Oigan, no digan y no pretendan ese absurdo. Una cucaracha con sombrero o sin él le ganará. De modo que hagan algo mejor por el país y no acreciente la pena a los peruanos poniendo en peligro a que se asome esa cucaracha.
Aldito Mariátegui ya no se sabe en qué mundillo político se ubica debido a su exclusiva y delicada cacerola. Él se ha escandalizado por la sentencia impuesta al mochador y talvez ¿precursor? de los mochadores. El tal Ortecho a quien le han regalado 22 años y pico de prisión.
Se escandaliza, aldito, porque a un abusivo y miserable novio quien arrastrara y pegara a su novia, le hayan puesto una pena de once años. Entonces si eso le incomoda apretendan ese absurdo. Una cucaracha con sombrero o sin él le ganará. De modo que hagan algo mejor por el país y no acreciente la pena a los peruanos poniendo en peligro a que se asome esa cucaracha.
Entonces si eso le incomoda a aldito, es necesario que elabore su lista de penas a imponer y se las alcance a los jueces. Otra perla de aldito: es que sigue llamando “electarados” a los electores del Perú. Pero jamás de los jamases su sesera no le dice qué de hacerse, el ciudadano, si le dan en la vitrina: el cáncer y el sida.
Para terminar y haber dejado para el cierre, digo que en noviembre del año 2021 me acerqué al Congreso para exponer la miseria que percibimos los pensionistas de las FF.AA. y PNP. Recibí como respuesta: “Eso lo estamos viendo y posiblemente en los primeros meses del año 2022 tengamos resultados positivos”. Ya vieron, estamos en el fin del mes agosto 2023 y no hay ni por asomo una preocupación de oficiales generales incrustados en el Congreso.
(*) Miembro (r) de la Marina de Guerra y analista político.