En la avalancha de partidos políticos ha llamado la atención uno –aun no inscrito—pero que opera como si ya recibió el manido “es conforme”.
Estos que vienen bajando como reyes magos se han dado en agruparse bajo el cartel: “todos queremos a Dina” Raro…muy raro ¿no?
Son los que ayer se hicieron uno que otro cartel en sus profesiones y ahora se les ve echando pétalos al paso a de la doña. Una actitud bien rara y alarmante, pues estos “señores” se han dado en desviar las legitima indignación de la población.
Como esos muchos van en la misma línea de echar flores. Un aprista- de los “viejos” afirma que la gente hace escándalos por minucias como son los casos de los relojes rolex.
“Qué es eso de manifestar descontento porque la mandataria se haya arreglado la nariz” preguntó haciéndose el sorprendido. ¡Oiga! Sabe el muy ducho político que el descontento no va por si le arreglaron o no la nariz o si las bolsas de sus ojales hayan desaparecido. Es harto sabido y este lo ignora adrede, que la ausencia incalificable de la mandataria de su puesto de comando linda con una falta monumental: provocar un vacío de poder.
Para los nuevos sacristanes es una barbaridad, lo que es público y conocido, la conexión palaciega y congresal con el ajusticiamiento de dos funcionarios.
Sin embargo, el sicariato ha mostrado una de sus variantes. Resulta que una sub-oficial PNP a quien algún adulón la estigmatizó como “La sombra” –así llaman los reporteros al puesto que ocupan los edecanes. Sus puestos están siempre muy cerca del o la mandataria. A la señorita llamada “la sombra” la embarcaron más rápido que inmediatamente para España con el nombramiento de ayudanta del embajador del Perú en ese país.
Está claro que ya no usarían balas contra ella. Usaron una variante del sicariato, “el premio”–Mejor es alejarla y tenerla lejos. –Ella es testigo del periplo que tuvo el “cofre” llevando abordo a la doña y muy posiblemente al fugado o escondido corrupto Wlaldimir Cerrón.
Sobre el “misterioso periplo del coche presidencial volvieron los acólitos para reclamar: “oiga que sí estuvo aquí o por allá eso no importa. Ya dejen de buscar tres pies al gato” Y el regalo de yapa: “déjenla gobernar” Firman los de F.P., plata como cancha y uno que otro huérfano político.
También es extraño que entre los que así concluyen está uno que ampayado en un prostíbulo y casi lo encalatan—asunto que a él le hubiera gustado- reclamó: “soy humano tengo derecho a divertirme”.
La conformidad del entrevistador también es alarmante, pues no le hizo ver que antes que cualquier ciudadano, él es un congresista y no puede ser asiduo concurrente de prostíbulos.
Si como se sospecha él quería divertirse con su “parejo”, hubiera escogido otro lugar. Privado si se quiere y no como dice uno del gremio al que llaman “techito”: “A las señoras que reclaman el escándalo promovido por homosexuales y transgénicos” –en el Parque de la Amistad—“les digo que a ellos no los voy a sacar ni menos criticar”.
Ha ofrecido el parque –porque él es el mandamás de Surco. Y ya intuimos: el desbande de maricones y lesbianas haciendo de las suyas en ese parque. —Porque dijo: “cada quien puede hacer con su cuerpo lo que se le venga…-en su apetito sexual
De remate como que todo está descompuesto en el ejecutivo, uno del legislativo, para no quedar atrás, ha salido de mala forma a defender el seudo burdel descubierto en el callejón de la plaza Bolívar.
Una secretaria de su despacho ha sido incluida en la investigación de prostitución dentro del recinto congresal. Saltó fingiendo indignación: “Ud. ¿proporcionó el condón? ¿Ud. ha sido colchón del encuentro íntimo? A Ud. ¿Le han pedido: alcánzame papel?”
Repreguntaba a la reportera. Otras muchas respuestas propias de un bagre saltaron de su dantesca boca. La fuente es un programa de noticias televisivo.
(*) Miembro (r) de la Marina de Guerra y analista político.
