El presidente de Atlético Grau ocupará el cargo interino hasta que se resuelva la situación judicial del expresidente de la Federación Peruana de Fútbol.
Tras la detención preliminar de Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Arturo Ríos fue designado como su reemplazo interino. La decisión se tomó el viernes 8 de noviembre, luego de una reunión del directorio de la FPF, y Ríos asumirá el mando mientras dure la ausencia de Lozano.
Ríos, quien hasta la fecha era vicepresidente de la FPF y presidente del club Atlético Grau, liderará la federación de acuerdo con los estatutos internos del ente rector del fútbol peruano. En su gestión, lo acompañarán figuras como Luis Duarte, presidente de la Comisión de Fútbol Aficionado, y Saúl Barrera, quien asumirá como secretario general, entre otros directivos.
La detención de Lozano, ocurrida en la madrugada del jueves 7 de noviembre, se enmarca dentro de una investigación por presunta vinculación con una organización criminal conocida como «Los Galácticos». Además de Lozano, también fueron arrestados otros personajes del fútbol peruano, como Joel Raffo, presidente de Sporting Cristal, y Gisella Mandriotti, presidenta de Cantolao, entre otros.
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Lozano enfrenta cargos graves, incluyendo fraude en la administración de personas jurídicas, lavado de activos y corrupción en el ámbito privado. Se le acusa de haber generado un desbalance de 2,8 millones de soles durante su gestión al repartir dinero y condonar deudas a diversos clubes y ligas regionales.
Con la nueva situación, Ríos tomará medidas urgentes, entre ellas la gestión del partido eliminatorio entre Perú y Chile, que se jugará en el Estadio Monumental. El gobierno rechazó garantizar la seguridad del encuentro en el Estadio Nacional, por lo que la FPF tuvo que recurrir a la sede en Ate. Además, Ríos comenzará las gestiones para regularizar los pagos a los trabajadores de la FPF y coordinar con el equipo técnico de la selección nacional sobre el futuro cercano del fútbol peruano.
La incertidumbre sobre el futuro de Lozano persiste, ya que aún se analiza la posibilidad de que se le imponga prisión preventiva, lo que podría alterar aún más la estructura de la federación.
