Un barrio residencial en la segunda ciudad más grande de Ucrania fue impactado por bombas aéreas.
En la noche del sábado, la ciudad ucraniana de Kharkiv fue nuevamente blanco de un ataque ruso que dejó 21 personas heridas, entre ellas un niño de ocho años y dos adolescentes. El ataque, que golpeó un área residencial, se produjo apenas horas después de que otros bombardeos rusos mataran a cinco personas, incluidos dos niños, en el centro del país.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el ataque a través de sus redes sociales, señalando que el uso de bombas aéreas dirigidas contra edificios civiles es parte de la estrategia rusa en Kharkiv. La ciudad, que estuvo al borde de caer bajo control ruso en 2022, ha sido escenario de constantes ataques durante todo este año.
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Oleg Synegubov, el gobernador regional, confirmó que dos personas se encuentran en estado crítico y que muchos de los residentes estaban dormidos cuando el edificio fue alcanzado. Equipos de rescate acudieron rápidamente al lugar, abriéndose paso entre los escombros para evacuar a los sobrevivientes.
Testigos relataron escenas de pánico y angustia. Una mujer, aterrorizada, fue asistida por los rescatistas hasta que pudo reunirse con su madre. «Está asustada. Esto ya ha pasado antes», dijo su madre, recordando los múltiples ataques que han sacudido la ciudad este año.
Kharkiv, que antes de la invasión rusa albergaba a 1,4 millones de habitantes, ha sido una de las ciudades más afectadas por los bombardeos. Las autoridades locales denunciaron que los ataques se realizaron con bombas de deslizamiento aéreo, un tipo de armamento que ha causado gran destrucción en el este de Ucrania.
Este ataque ocurrió después de otro registrado el viernes, cuando 15 personas resultaron heridas, incluidos niños de entre 10 y 12 años. Ante la escalada de ataques, Zelenski ha intensificado su petición a los aliados occidentales para obtener armas de largo alcance que permitan golpear con mayor precisión objetivos en territorio ruso.
En los próximos días, el presidente ucraniano viajará a Estados Unidos, donde buscará convencer a sus socios internacionales de que Ucrania necesita estas capacidades para proteger a su población y frenar el avance ruso en diversas regiones del país.
