Empresas formales como «El Chino» y «Naranjito» han sufrido atentados y amenazas directas, lo cual paralizó sus operaciones.
La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) advirtió sobre una situación que amenaza la estabilidad del transporte público en la capital peruana. Ante el incremento de extorsiones y ataques violentos, que afectan tanto a operadores de transporte como a pasajeros, se intensificó la preocupación en el sector.
Mediante un comunicado, la empresa manifestó su compromiso por colaborar con diversas instituciones para enfrentar esta crisis, que no solo pone en riesgo la seguridad de los trabajadores del transporte, sino también la de millones de ciudadanos que utilizan estos servicios diariamente.
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«La ATU, con el sentido de urgencia que la situación requiere, promovió mesas de trabajo entre los operadores de transporte y la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional del Perú (Dirincri), con el objetivo de unir esfuerzos y fortalecer las acciones preventivas en zonas de alto riesgo. Estas reuniones buscan intensificar la presencia policial en puntos críticos y desarrollar investigaciones que contribuyan a desarticular la criminalidad». Asimismo, destacan de que la prioridad es reforzar la seguridad en las áreas más vulnerables.
El panorama es preocupante:
La situación escaló a tal nivel que la ATU remitió un oficio al Ministerio del Interior, en el que solicita la convocatoria a una Sesión de Consejo de Estado «para coordinar acciones entre los poderes del Estado y organismos autónomos». La intención es coordinar esfuerzos que permitan implementar estrategias conjuntas para combatir la criminalidad en el transporte público.
Durante las últimas semanas, se registró, en promedio, un atentado diario dirigido hacia trabajadores o unidades del sector transporte. Esta aumento de violencia ha generado preocupación y miedo en el sector, llevando a que muchos trabajadores abandonen sus empleos. Algunos casos, lamentablemente, terminaron en tragedias. La situación más grave ocurrió cuando una persona perdió la vida en un atentado relacionado con extorsiones.
Empresas como Etuchisa, más conocida como «El Chino», y «El Mandarino», también conocida como «Naranjito», sufrieron ataques directos y amenazas, lo que puso en jaque la operatividad del transporte en diversas rutas de la ciudad.
Todo empezó en los últimos días de agosto:
Uno de los hechos más relevantes ocurrió el 21 de agosto, cuando los chinos anunciaron la paralización total de sus operaciones. Los 130 trabajadores de la empresa, que cuenta con alrededor de 100 unidades operativas, decidieron no salir a trabajar por temor a ser víctimas de violencia. Este anuncio surgió luego de que una de sus unidades fuera baleada en Lima Norte. La empresa, que cubre una ruta extensa desde Puente Piedra hasta Villa El Salvador, dejó de operar, afectando a miles de usuarios que dependen de sus servicios.
Finalmente, y ante todos estos sucesos, la ATU pidió que el Estado Peruano intervenga para frenar este grado altísimo de violencia.