Vehículo de terrorista ingresa a recinto, arrolla a dos uniformados, se estrella contra una pared y estalla
Un vehículo cargado con explosivos estalló ayer en el interior de la Escuela de Policía General Santander, Bogotá, Colombia, en un hecho que dejó al menos diez personas muertas y 54 heridos, informó el ministerio de Defensa.
El ministerio de Defensa confirmó que se trató de una «acción terrorista», una de las más graves que ha sacudido a la capital colombiana desde que disminuyó la intensidad del conflicto armado por cuenta del pacto de paz con las FARC a finales del 2016.
El presidente de Colombia, Iván Duque, canceló su agenda en Quibdó (Chocó), a donde había llegado esta mañana, y regresó a Bogotá para ponerse al frente de la situación del coche bomba que estalló en la mañana de este jueves. Tras reunirse con la cúpula militar y con los funcionarios del alto Gobierno de Colombia, afirmó que «se ha identificado al autor material del ataque».
Posteriormente, fue el fiscal general de la Nación de Colombia, Néstor Humberto Martínez, quien se encargó de dar el nombre del autor del atentado: José Aldemar Rojas Rodríguez.
«Todos los colombianos rechazamos el terrorismo y estamos unidos para enfrentarlo. Colombia se entristece pero no se doblega ante la violencia», agregó el mandatario sin responsabilizar a ningún grupo armado por el ataque.
El carro que explotó estaba dentro de las instalaciones de la escuela, ubicada al sur de Bogotá y donde se forman los oficiales de la Policía Nacional.
Ningún grupo se ha atribuido de momento este ataque, como tampoco las autoridades han deslizado hipótesis sobre los presuntos responsables.
Además del ELN – que en el pasado reconocido ataques con explosivos contra la policía -, operan bandas del narcotráfico de origen paramilitar y disidencias de las FARC.
Imágenes publicadas en redes sociales mostraron los restos de un vehículo en llamas en el estacionamiento del centro de formación de oficiales de la Policía Nacional y socorristas corriendo por el lugar.
En las afueras del complejo policial se reunieron decenas de familiares de cadetes llorando y buscando información sobre la situación de los alumnos buscan convertirse en oficiales, mientras salían ambulancias con heridos y helicópteros de la fuerza sobrevolaban la zona.
La explosión también rompió los vidrios de varios edificios de apartamentos y casas cercanas al establecimiento.
Ingreso abrupto
La explosión se produjo después de una ceremonia de ascenso de oficiales.
Las primeras imágenes de la televisión local mostraron el movimiento de ambulancias alrededor del sitio del presunto ataque, y lo que parecen ser los restos de un vehículo en llamas.
Con unos ocho millones de habitantes, Bogotá había sido sacudido por esporádicas acciones de terror en 2017.
En febrero de ese año, el ELN se adjudicó un atentado contra una patrulla policial que dejó un uniformado muerto y varios heridos de gravedad en el barrio la Macarena de Bogotá.
Ese mismo año, un atentado en un centro comercial de Bogotá dejó tres muertos y varios heridos. Las autoridades culparon del hecho al Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), un grupusculo de izquierda.